Miguel Ors

El Real Madrid es Florentino

L28 Dioses menores

Dioses menores del deporte y, sin embargo, campeones de oro. Me refiero a Kiko Martínez y Carolina Marín. Kiko, boxeador, retuvo su título de campeón del mundo del peso supergallo en versión de la Federación Internacional. Casi todos los medios despacharon la estupenda noticia con el desdén de unas líneas. Boxeo: grande y glorificador antaño, decadente hoy. Carolina Marín, 21 años, onubense, acaba de proclamarse campeona de Europa de bádminton. Kiko en Japón; Carolina en Rusia. Dioses menores de deportes minoritarios, pero con triunfos de dioses grandes. Decía don Jacinto Benavente que para que una frase ingeniosa la captase el público había que repetirla. Repitamos que Kiko y Carolina son españoles que, con su talento, han agigantado, y de qué brioso y brillante modo, la imagen de España.

M29 Autobús

Lo comentaba en el autobús un señor de edad blanca (barba, pelo y bastón): «Al catalán del PSOE (por Pere Navarro), una señora cabreada le pega un puñetazo; al ministro Fernández Díaz le llaman fascista; al futbolista de «color» del Barça (Alves) le tiran un plátano, ni que fuese la mona «Chita», y el partido del Madrid contra el equipo de Guardiola lo verá medio mundo por televisión. ¡Qué mundo!»

M30 Santiago y...

Con táctica en plan «Santiago y cierra España» (la versión española del «catenaccio»), el Madrid tritura al Bayern en el acollonador coliseo muniqués, a rebosar de alemanes forofos y bien educados (no respiró nadie durante el minuto de silencio que se guardó por Tito y Boskov). Como dice Beckenbauer, una cosa es perder y otra es que te sonrojen de vergüenza. La mayor derrota europea de un campeón alemán en medio siglo, según los memoriones.

Ancelotti, elegancia y clase (la clase es el otro talento del hombre), olió «en el aire, al llegar a Madrid, que el objetivo era la Décima. Florentino, tan sosote, es, sin embargo, como empresario, grande como la copa de la empresa ACS que preside, y grande como la histórica copa del club que preside también. Conseguir, ¡al fin!, la Décima sería, en efecto, la recopa de esas copas que tanto le deben a FP. El Madrid, ciertamente, es su formidable plantilla y la bailarina ceja de Ancelotti, pero ¿quién ha sabido seleccionar y comprar esos jugadores que, a la contra y en plan Santiago y cierra España, han arrugado la bella arrogancia del Bayern y puesto en entredicho, leo, el futuro de Guardiola? Respuesta: Florentino. Detrás de un gran equipo, hay siempre un gran FP.

J1 Bien

Bien, bien, bien por el Atlético. Final europea entre dos hijos del pueblo de Madrid. La mejor contra del mundo, o sea el Madrid, contra el equipo mejor vertebrado –humana, solidaria y psicológicamente– del mundo, o sea el Atlético. Hasta Mourinho, por una vez en su vida, ha dejado de ser «mourinhista» unos minutos para exaltar las excelencias del Atlético: «Es un gran equipo». Ancelotti y Simeone, en el candelero del respeto y la admiración en España y «allende los Pirineos». Ancelotti, la aristocracia de la moderación; Simeone, el «Cara de Plata» del fútbol, que escribiría don Ramón María del Valle Inclán, por su noble hidalguía.

V2 Alto voltaje

Qué semana de fútbol de alto voltaje marca España. El Real Madrid y el Atlético electrocutan al Bayern de ¡Guardiola! y al Chelsea de ¡Mourinho!, respectivamente. Medítenlo: Mourinho, Guardiola, Bayern y Chelsea, galvanizados por dos hijos del pueblo de Madrid. La Europa del fútbol, hoy, no se ha quitado todavía las telarañas del asombro.