José María Aznar Botella

El rescate y la prima de riesgo

El Gobierno ha dicho que de no haber subido los impuestos estaríamos rescatados. Es una afirmación discutible. Lo es porque supone que no hemos sido rescatados, porque implica que no había alternativa posible a una subida masiva de impuestos para reducir el déficit y lo es porque de alguna forma supone que la reducción en la prima de riesgo se debe a la acción del Gobierno.

Es fácil establecer por qué ha bajado la prima de riesgo, tan fácil como observarlo en un gráfico. El coste de la deuda comenzó a bajar el día que Draghi anunció el mecanismo todavía no activado de compra de deuda soberana, y volvió a bajar cuando Japon anunció su masiva expansión cuantitativa. En ese gráfico verían que en torno a esas fechas no sólo bajó la prima de España, sino que lo hicieron también las de Grecia, Portugal, Irlanda e Italia, país en el que no se ha hecho una sola reforma de calado, que lleva todo el año sin gobierno y cuyo diferencial sigue siendo inferior al de España.

Fue responsabilidad del Gobierno de Zapatero situarnos en el pelotón de los apestados, y ha sido responsabilidad de Draghi salvar a dicho pelotón. Cuando el PP llegó al Gobierno lo hizo en una situación indeseable. Las medidas necesarias para salvar a nuestro país del abismo se escapaban del ámbito español. La partida se jugaba en la Unión Europea y nuestro Gobierno la jugó razonablemente bien.

Rescatados sólo a medias y salvados los muebles, se pide al Gobierno que haga las reformas necesarias para que España esté en posición de crecer de nuevo. Yo creo que la reforma laboral nos puso en el buen camino, y la reforma fiscal es el mayor obstáculo que nos hemos puesto. El problema de España nunca fue tener unos impuestos bajos, ni hace un año y medio, ni mucho menos ahora. Mas bien lo contrario.