Enrique López

Éxito pesimista

En 2014 España ha conseguido reducir el número de mujeres asesinadas por motivos de violencia de género, el número de fallecidos por accidentes de tráfico, la tasa de criminalidad, etc., y a pesar de ello, estas noticias no ocupan grandes titulares o artículos de opinión. Parece que el secesionismo o el asedio del populismo acaparan gran parte de la información, pero también debería ser destacado lo positivo. Por ejemplo, en materia de violencia de género, cada vez que se produce un homicidio se critica la falta de medios o la reducción en los mismos, mientras que un informe de la Unión Europea nos sitúa a la cabeza en su tratamiento y erradicación; en materia de criminalidad no situamos entre los países más seguros del mundo y para muchos ciudadanos la percepción es la contraria, y así podríamos seguir. Si analizamos el tratamiento en prensa según la posición ideológica del medio, el titular cambia, «bajada significativa», «la menor de las bajadas», «baja el .. pero persiste...», al final ya nadie sabe si las tasas aumentan o disminuyen alimentando el pesimismo ancestral español, verdadero cáncer de un pueblo.

El problema real se centra en el tratamiento político de las cuestiones, del cual muchos medios de comunicación se convierten en correas de trasmisión, los éxitos no se consideran colectivos sino del que tiene la responsabilidad política y por ello el que gobierna tiende a apropiárselos y la oposición a menospreciarlos. No cabe duda de que el gestor político es en gran medida el responsable del éxito, pero lo que se echa de menos en España es el sentimiento colectivo de orgullo por las cosas bien hechas, las haga quien las haga. En España somos igual de envidiosos que en Francia o Gran Bretaña, lo que nos falta es su hipocresía para disimularlo.