Alfonso Ussía
Gratis
A la izquierda le produce un desalmado placer volar gratuitamente. El ya fallecido y tontísimo –se lo dije en vida y su muerte no es motivo de rectificación– «mosén» Xirinachs no admitía volar en clase turista cuando fue elegido senador. Coincidí con él en los mostradores del Puente Aéreo en el Prat. Llegó a última hora. No quedaban plazas en «Preferente», y le dedicó a la azafata de tierra una bronca monumental. –Quedan cuatro en clase «turista», señor Xirinachs–. Ante mi asombro, el colérico santurrón renunció a embarcar en el avión que se disponía a despegar con destino Madrid. –Espero al siguiente–. Y voló en aporque al pobre le llamaban el «Ghandi catalán» y se lo creyó a pies juntillas.
La revoltosa consejera de Andalucía y ministra con Zapatero Magdalena Álvarez, fue previamente, en tiempos del Gobierno de Felipe González, representante gubernativa en el Consejo de Administración de Aviaco. Los consejeros tenían, a cambio de la aportación de sus inteligentes consejos, billetes gratuitos. Pero doña Magdalena interpretó que esa gratuidad comprendía también al marido, los hijos y el servicio doméstico, y la familia de doña Maleni no tocó tierra en muchos meses.
Mientras despegaba en un avión «Mystére» de la Subsecretaría de Aviación Civil con el ministro Narcís Serra a bordo desde el aeropuerto de Palma de Mallorca –fue testigo e informó de ello ese gran señor de la auténtica izquierda española llamado Pablo Castellanos–, la Reina Doña Sofía embarcaba en un vuelo regular de Iberia en clase turista . Y ahora nos llega la noticia del diputado canario de «Podemos», el compañero camarada Francisco Déniz, que para un asunto de partido, ha volado «gratis total» en la compañía canaria Binter, y elogiado la sensación de nuevo gorrón y gorrión en una entrevista en «El Día TV». «Es cómodo, la verdad. Llegas ahí, a las oficinas de Binter, les das un ticket, lo firmas y tal. Ya viene tu nombre, ¿me entiendes? Se lo das y subes en el avión». El presentador, Pepe Moreno, le hizo ver, educadamente, su desacuerdo. «Los ciudadanos no tenemos por qué financiar este tipo de actividades». Pero el camarada compañero Déniz se pasó las palabras del periodista por sus enaguas silvestres. El también compañero camarada de Izquierda Unida Sánchez Gordillo vuela en primera clase a Caracas y La Habana, como Monedero, Iglesias, Errejón –y probablemente , pero no lo puedo asegurar–, sus enamoradas novias.
Y ello responde, como no podía ser de otra manera, a una venganza del resentimiento. Para ellos, volar en Primera era exclusivo de las malvadas derechas, cuando en Primera no se pedía la filiación política de nadie. Volaba en el reducido recinto de la comodidad, el que pagaba sus billetes. Tengo para mí que si los de Podemos permanecen en el poder durante un largo período de tiempo, terminarán con barco en Ibiza, chalet en la Pleta de Beret, y cazando con Baltasar Garzón y Diego Cañamero en las monterías de tronío de las sierras andaluzas y extremeñas. Ellos no quieren acabar con el Sistema, sino ser parte privilegiada de ese Sistema al que el noventa y cinco por ciento de los votantes conservadores y liberales no han tenido jamás acceso.
Los mariscos, el buen jamón y los billetes gorrones en las líneas aéreas son los auténticos enemigos del viejo concepto de la izquierda. También los coches «todoterreno» y los colegios en Inglaterra y los Estados Unidos, pero éstos últimos sólo reservados a socialistas con visión del futuro, no a melones resentidos que desean llevarnos a los albores del siglo XX. Ese tópico de «pisar moqueta» ha hecho mucho daño en los ánimos de quienes lo han deseado sin conocer la realidad. Que pisar moqueta o no pisarla, es prácticamente lo mismo. A mí, particularmente, me encantan los suelos de madera, y mis moquetas se las regalo.
Por otra parte, desde que en Iberia ofrecen a los viajeros en Primera y Preferente «comida de autor», es mucho más barato y recomendable viajar en turista. Como escribió, adelantándose a los tiempos Grover Whalen, en un avión lo blanco es pescado, y lo marrón carne, pero las viandas de otros colores es mejor no probarlas si uno quiere llegar con el estómago en su sitio a su lugar de destino.
Y la «comida de Autor» ha llegado también al AVE, que era perfecto. «Filete de ternera con puré de kiwi del huerto de la abuela».
Y el de «Podemos» que llega a Sevilla y le comenta a su chófer: «Pues nos han dado de comer en ‘‘Club’’ un filete de ternera con puré de kiwi del huerto de la abuela que estaba para chuparse los dedos. Y encima, gratis».
Gratis, la voz milagrosa y fundamental.