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No es nueva la inquietud constante y permanente del presidente del Grupo Cofares, Carlos González Bosch, por la dinámica que está tomando la auténtica célula de la asistencia farmacéutica, que no es otra que la Oficina de Farmacia. Días atrás supimos que un estudio de la entidad reflejaba que el modelo vigente de farmacia era el más efectivo. Ahora, se ha presentado el «Impacto de las medidas de ahorro sobre el sector farmacéutico: implicaciones y consecuencias». Un estudio que refleja las implicaciones directas de las medidas implantadas por el Gobierno sobre la facturación a través de las recetas del SNS. El primer dato que me ha sorprendido indica que España está por debajo de la media europea en el consumo de medicamentos (209 euros/paciente/año). El farmacéutico, estudioso y experto catalán Rafael Borrás, responsable del Área del Grupo Antares, ha sido muy explícito en poner acento en el sobresfuerzo que realiza para la dinámica económica del Estado la farmacia española al aportar varios puntos al déficit por encima del PIB. Me ha llamado mucho la atención precisamente el hecho de que cada farmacia haya aportado durante el año 2012 una media de 60.000 euros al ahorro que se ha producido en el sector. Hecho que conduce a una crisis de supervivencia de las farmacias que desborda la línea roja de su propia viabilidad. Cofares, consciente de la situación del conjunto de los socios que la vertebran, ha demostrado a través de su presidente, González Bosch, la suficiente prudencia y apoyo institucional, pero también con esta rigurosa aportación de datos pone acento en la sostenibilidad de ese órgano celular e individual que constituye el farmacéutico con su Oficina de Farmacia. Una vez más, González Bosch, con los datos de Antares y la experiencia propia, nos ha abierto los ojos. Seguro.