San Sebastián

Imposible

No le faltaba razón a Juan Antonio Bayona el pasado sábado en San Sebastián, donde recogió el Premio Nacional de Cinematografía, cuando señaló que la permisividad que todavía sigue existiendo con la piratería cultural en España sigue siendo un lastre para nuestro cine. Para nuestro cine y para el libro o la música. Esperemos que las nuevas medidas adoptadas en el retocado Código Penal pongan, definitivamente, coto a tanto choriceo disfrazado de libre acceso a los bienes culturales. Tampoco estuvo errado Bayona al decir que el IVA del 21% está ayudando a hundir una industria que sería tan floreciente y estupenda como apuntaba el director si, a cambio de las ayudas que durante décadas ha recibido el sector, los espectadores hubieran recibido a cambio calidad en las películas, y rigor en los gastos de las subvenciones con las que algunos gobiernos, normalmente socialistas, y especialmente el último presidido por el señor Zapatero, se daban a cambio de lealtad y apoyo frente al PP, y no por la altura artística de tantos y tantos proyectos-basura como hemos tenido que financiar con nuestros impuestos. La cinta de Bayona es más que notable y nada tiene que ver con los cazadores de mamandurrias que se apuntaron al club de la ceja incluso cuando ZP empezó con los recortes que, naturalmente, no les llegaron a ellos. Pero dar a entender que es este Gobierno quien está enterrando la cultura y la educación en España es una estupidez que se le puede permitir a un petimetre de los muchos que han chupado del bote de la cultura oficial, pero no a alguien con ingenio y una carrera por delante. Ni se está acabando con la enseñanza ni se desprecia la cultura. Otra cosa es que quizá no se esté acertando en algunas medidas y, sobre todo, en la forma de venderlas a la opinión pública. Lo que en plena crisis resulta imposible es mantener las ayudas a quienes carecen de talento y están sobrados de jeta.