Elecciones generales
La foto de la pesadilla
¿Se imaginan la foto de las escalinatas de La Moncloa de estreno del Gobierno con Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Rafael Mayoral etc.? Pues desde Génova 13 hay voces que avisan: «Ciudadanos se ha desinflado tanto en campaña que sus diputados no garantizan sumar con el PP para superar los 175 escaños y frenar a todas las izquierdas en un frente anti-PP. Y si Podemos es segunda fuerza...». La peor pesadilla para el centro derecha.
Sociológicamente hablando, los de Iglesias son una formación creada al estilo de los «partidos de masas» de la izquierda rancia. Sin embargo, a medida que su estructura interna ha creciendo, ha empezado a organizarse como un «partido de cuadros» dirigentes, sobre todo, para conquistar votos. Por supuesto, tiene perfectamente calibrada la realidad de los medios. Pablo Iglesias no tiene dudas: «La tele es lo más importante para hacer llegar el mensaje». Tanto como para dejar plantados en Bilbao a numerosos simpatizantes para salir a la carrera a entrar en La Sexta.
Estos días, incluso ayer, en la jornada de reflexión, ha bastado echar un vistazo a las redes sociales uno de los más valorados focos de atracción de apoyos para un partido que en parte ha desplazado la plaza real por la virtual de internet para comprobar el nivel de actividad de su gente. La guardia de corps de Iglesias da por segura la ya famosa «remontada».
El propio Rajoy, que se acercó a saludar a Iglesias en el Congreso el día de la Constitución con un «vas muy bien en las encuestas», enigmáticamenteseñaló algo así. Parece que fue más explícito el jueves conversando con Merkel. Rubalcaba, viejo zorro también, ha avisado de que «cuando (Iglesias) habla de asaltar los cielos, quiere decir asaltar Ferraz». Es decir, quedarse al mando de la izquierda.
El escenario es complejo; inédito, diría. La verdad es que Iglesias cuenta con el llamado efecto del carro ganador, según el cual muchos votantes se inclinan por quien tiene más posibilidades de victoria o de condicionar la vida pública. Y Podemos está dispuesto a «merendarse» a Pedro Sánchez.
Y el caso es que los trackings del PSOE que hemos ido conociendo –hasta que ha sido legal hacerlos públicos– muestran el espectacular aumento de Podemos, cercano a los cuatro puntos en apenas un mes. Y los del PP también ratifican tal crecimiento. La evolución de las muestras demoscópicas ha colocado a los de Iglesias como segunda fuerza del país, ligeramente por delante de los socialistas. Así que la posibilidad (hasta ahora improbable) de que Pablo Iglesias se fotografíe con los suyos a las puertas de La Moncloa, no es política ficción.
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