César Lumbreras
La Justicia
Uno de los problemas de fondo más importantes que tiene España en estos momentos es la Justicia. Primero está ese mal endémico que es su lentitud; ya se sabe aquello de que «justicia que no es rápida, no es justicia». Los retrasos se acumulan y los sucesivos gobiernos que han pasado, o no han querido, o no han podido hincar el diente al asunto. A esta situación crónica hay que añadir lo que bien puede llamarse su politización y su falta de independencia. Pongo un ejemplo, el actual presidente del Consejo General de Poder Judicial y del Tribunal Supremo ha llegado a este puesto con el apoyo del Gobierno del PP y está considerado como del «sector conservador» de la Magistratura, pero es que, además, fue director general en el Ministerio de Justicia durante los dos mandatos de José María Aznar. No parece que todo ello sea la mejor carta de presentación en términos de independencia. Para equilibrar esta situación, el vicepresidente del Consejo está considerado como de los «progresistas». No obstante, no es algo nuevo, porque con los socialistas pasó lo mismo, pero al revés, claro está. El penúltimo ejemplo de esta «politización» es de hace unas pocas horas, a cuenta de lo que ha pasado en el Tribunal Constitucional con el lío de Cataluña. No parece que la gestión de Gallardón vaya a acabar con ninguno de estos dos problemas, la lentitud y la politización. Más bien, en lo que respecta a este segundo, la cosa ha ido a más. Me dicen conocidos que se mueven en ese mundo que si un juez no es miembro de alguna de las asociaciones, resulta muy difícil que llegue a los puestos más altos del escalafón. ¿Cuánto aguantarán los independientes?
✕
Accede a tu cuenta para comentar