Andalucía

Lo mío es mío y lo tuyo de los dos

Según el líder de Izquierda Unida tanto el Partido Popular como el PSOE están inhabilitados para gobernar porque carecen de toda credibilidad. Dicho así, sin más, no sería poca la gente que se apuntaría a la tesis de Cayo Lara y de hecho, ahora mismo, es su mano la que mueve la cuna de las movilizaciones en las calles, los acosos a los políticos, y una buena parte de las plataformas que han proliferado como las setas gracias al caldo de cultivo de una crisis que dura ya cerca de seis años. El manual por excelencia de la agitación lleva en España el sello de la izquierda radical, que carece de principios, pero le sobra discurso que, en tiempos de estabilidad y bonanza, suena a demagogia de quinta y desprende un tufo a rancio que tira de espaldas, pero que en momentos como los actuales adquiere un falso halo mesiánico. Cayo Lara, eso sí, mide mucho sus criticas al socialismo mientras se desborda hasta el histrionismo cuando ataca a los populares. Estos quieren hacerle pagar las deudas de su coalición con Hacienda y la Seguridad Social, y eso es un ataque intolerable contra el progresismo que representan sus siglas. Y en IU son tan partidarios del progreso que, en cuanto tienen ocasión, progresan agarrándose al sillón de un gobierno autónomo o municipal normalmente relacionado con las obras públicas y el urbanismo, que es donde hay. Y eso sólo se lo pueden proporcionar los socialitas que, en los últimos años, son especialistas en perder elecciones y seguir gobernando, aunque sea a costa de tragarse a gente como la consejera de Fomento de Andalucía, que ha reinventado aquello de «lo mío es mío, y lo tuyo de los dos», con su decreto confiscatorio de pisos, y su acusación a los bancos y cajas de estafa en todas las hipotecas habidas y por haber. Pero eso sí, ella fue consejera de una de esas Cajas.