Irene Villa

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La Razón
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Despedimos el año agradeciendo y, por qué no decirlo, pidiendo. Primero porque, como dice el villancico, ya vienen los Reyes Magos, caminito de Belén, y por supuesto ellos nos van a conceder todos los deseos, y segundo porque por pedir que no quede. Buceando en Internet uno descubre que en las indagaciones de lo que más deseamos los españoles, el primer puesto se lo lleva la búsqueda de la felicidad. Algo que no es de extrañar ya que si estamos aquí, si tenemos el privilegio de estar vivos, si se nos ha concedido el gran regalo que es vivir, es para ser felices y ello se consigue sonriendo, ayudando, comprometiéndose y viviendo con pasión e integridad. Mi sorpresa ha sido leer que entre las pesquisas más buscadas se encuentra también la de cómo ser millonario o modelo. Cerramos el año sabiendo que si bien queremos ser felices, ansiamos también tener un físico envidiable –no está mal si lo logramos haciendo otra de las facetas clave para sentirnos bien: deporte– y sobretodo: dinero. Esa necesidad de ser millonario –muy distinto a querer tener lo suficiente para vivir– quizá explique los numerosos casos de apropiación indebida de fondos que no dejan de sorprendernos –sobre todo cuando se trata de personas cercanas que nos parecían totalmente normales– y de escandalizarnos. Precisamente quienes se ven dirigidos por ese pecado capital llamado avaricia, encadenados a la ambición, son los primeros que deben saber, presos de una dependencia, que el dinero no sólo no da la felicidad, sino que, una vez cubiertas nuestras necesidades, crea incluso problemas entre las familias, amigos, se pueden crear desavenencias que nunca existieron, y hasta aparece una incontrolable ambición que desconocíamos y que nos coloca en el polo opuesto de la felicidad. Si sabemos que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita, pidamos salud y sepamos, como digo en mis conferencias, que lo realmente importante se halla dentro de cada uno de nosotros y cuando descubres ese potencial, sabes que puedes conseguir lo que quieras.