Martín Prieto
Los «Bin Laden»
En el Buenos Aires postmilitar, la hiperinflación subía un punto varias veces al día y en los supermercados los remarcadores de precios hacían jornadas esclavistas. En las confiterías (los cafés) donde el callejeante porteño hace amistad, el amor, la política, los negocios y los delitos, el papel higiénico te lo vendían en la barra a precios abusivos. La mayoría nos higienizábamos con varios billetes de un millón de pesos que no daban para pagar un café solo. Felipe González, de visita en Argentina, me comentó que había impelido al presidente Raúl Ricardo Alfonsín a conducir una economía de guerra, ofreciéndole por añadidura la asesoría de Miguel Boyer, que no hubiera aceptado ni aunque se lo pidiera Isabel Preysler. Felipe siempre consideró Iberoamérica como un laboratorio de experimentación. Los argentinos cambiaron el peso por el austral. De efímera vida, quitaron ceros al billete y ni yugularon la estanflación ni consiguieron un torniquete para la sangría del dinero hacia Miami.
Rubalcaba se alimenta cada día más del imaginario del Cono Sur y propone la supresión de los billetes de 500 euros (los «Bin Laden» porque nadie los ha visto) como aprendiz de brujo contra el blanqueo, la evasión y el crimen organizado. Tendrá que ir a Fránckfort a convencer a Mario Draghi de que tiene las llaves de la impresora. Los «Bin Laden» no aparecen porque nadie te los cambia y porque ocupan menos espacio en el colchón, como a ese sindicalista de los ERE andaluces. La delincuencia económica española es de tercera porque no hay cuarta, y los verdaderos profesionales exigen billetes pequeños sin numeración correlativa y sin marcas. A más de que sólo en este solar de paletos se cargan maletines cuando el dinero se mueve electrónicamente. No sobran los «Bin Laden», sino que se nota la ausencia del Departamento del Tesoro estadounidense cuyos agentes portan armas y te esposan en tu despacho por «inside traiding» o fraude fiscal. Al Capone no fue a Alcatraz por la matanza de San Valentín sino por no pagar impuestos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar