Julián Redondo

Los invisibles

Si no te han plantado una querella o no juegas en el Madrid o en el Barça, no existes. O te lo montas en plan «Nick» (pequeño Nicolás) o te pudres. Veamos. Unos 45.000 futbolistas de 70 países afiliados a FIFPRO, su sindicato, han hecho una primera selección de la que saldrá el «once del año». FIFA programa el goteo de nombres como si fuera una suelta de perdices para que en el coto haya algo que llevarse a la boca durante meses, ¡que no decaiga!, antes de que el 12 de enero estallen el Balón de Oro y los premios adyacentes. Ya son públicos los nombres de los cinco porteros, de los quince defensas y de otros tantos centrocampistas. Los delanteros, el 1 de diciembre.

Es costumbre que la polémica forme parte consustancial del premio, como los méritos o el trofeo; y no hay un sector que no registre un movimiento telúrico cuando se pronuncia el nombre del beneficiario.

El debate no es privativo del deporte, que va. Los «elegidos» del ministro Wert para Premios Nacionales son indiscutibles, pero hay quienes lo rechazan, como Jordi Sadavall, Colita, Javier Marías y Santiago Sierra. Es todo lo contrario de lo que ocurre con el Atlético de Madrid, que no le reconocen los méritos ni cuando hace las cosas divinamente. Entre los 15 centrocampistas chanchis de 2014 no hay hueco para Koke, mucho menos para Gabi. Sí para Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Cesc, James Rodríguez, Modric, o Schweinsteiger, Özil, Kroos, Di María, Vidal, Pogba, Pirlo, Hazard y Yaya Toure. Es como si siguieran el curso de los premios de la Liga de Fútbol Profesional.

El Atlético de Madrid gana la Liga, es subcampeón de la «Champions League» y rasca un punto con Godín entre los defensas. Debe ser cuestión de imagen, y la suya o no la explotan o es invisible.