Alfonso Ussía

Más pronto que...

El gran Arturo Pérez-Reverte ha hecho público su convencimiento de que más pronto o más tarde seremos degollados o decapitados por nuestros amables huéspedes islamistas. Hay que aceptar el riesgo, y más aún desde que el Coletas se ha dado un garbeo fotográfico por Israel para pedir más comprensión y cariño hacia los terroristas de Hamas. Monedero acusa con mentira empozoñada a la Policía Nacional de proporcionar droga a los jóvenes vascos. El objetivo es justificar un considerable número de asesinatos de la ETA. Robar supermercados y desobedecer a la Guardia Civil son meras travesuras comparadas con el gravísimo delito que presumiblemente ha cometido Esperanza Aguirre, a la que se señala como delincuente por desobedecer a unos municipales de Madrid. Hasta ocho policías municipales acudieron a su casa a notificarle la multa. La Audiencia Nacional frena con su decisión las supuestos deseos de Esperanza Aguirre de optar a la cabeza de lista en las próximas elecciones municipales por la Capital del Reino y la cloaca del Foro. Las malas lenguas y mentes sesgadas aseguran que Ana Botella está más tranquila, y los socialistas saltan de alegría porque lo hubieran tenido complicado con Esperanza y ahora se han topado con una senda más facilita para recuperar el Ayuntamiento de Madrid. Se ha conocido, al fin, la identidad del autor del «Padrenuestro de Chávez». Se trata del eximio y volátil poeta venezolano William Osuna, premio nacional de literatura, manda huevos, y también dirigente del partido Socialista Unido de Venezuela, el mismo que gobierna gracias a la asesoría intelectual pero no gratuita del Coletas y Monedero. Y según la prensa deportiva madrileña, Casillas entrena con mucha ilusión.

Me preocupan excesivos asuntos, pero el que más, sin duda alguna, el vaticinio de Arturo Pérez-Reverte, que con anterioridad a su vida de éxitos literarios se la jugó con empecinada insistencia en todas las guerras habidas y por haber. Más pronto o más tarde seremos degollados o decapitados por nuestros queridos aliados de civilizaciones. Me llegan noticias de que en Mula, Murcia, un pequeño empresario ha sido denunciado por su eficaz secretaria musulmana por haberle prohibido acudir a la oficina con velo. El pequeño empresario, aterrorizado, ha pedido toda suerte de excusas a su eficaz secretaria, y ésta, con condiciones de tiempo, ha accedido a retirar la denuncia «por ahora». El Gobierno de España se niega a presentar en el Congreso, como han hecho algunas naciones europeas, una ley que prohíba el uso de prendas humillantes por mujeres musulmanas. Las feministas profesionales siguen de vacaciones y sólo desean que Esperanza Aguirre sea condenada y encarcelada por haber delinquido tan gravemente. No será degollada como los hombres, pero sí lapidada en el Parque del Retiro, que será en el futuro un escenario precioso para lapidar a las mujeres cristianas, católicas o simplemente occidentales.

La madre de los Dalton, Marta Ferrusola, ha mandado a un sitio muy feo a un periodista que le preguntó cuándo pensaba acudir su amado esposo a dar explicaciones al Parlamento de Cataluña. Según se dice y se sabe, dieciséis sociedades enriquecían a los Dalton mientras el papá presidía la Generalidad de Cataluña. El Partido Popular, que se está convirtiendo en un guateque de amigos, ha decidido mantener a Alicia Sánchez-Camacho al frente del PP catalán con el objetivo de conseguir, gracias a su oratoria fluída, la mayoria absoluta en las regiones del nordeste. Posible, aunque no segura, creación de un nuevo partido. El PAVQ, Partido de Alejo Vidal Quadras, en el que, con muchas probabilidades de éxito, el político barcelonés podrá sentirse moderadamente a gusto. La Junta de Andalucía ya ha reconocido un agujero de 100 millones de euros. A pesar del interés por dejar de descubrir agujeros de los ERE, se calcula que el agujerillo custodia la desaparición de mil millones. La culpable, la juez Alaya. No obstante, la noticia que más me sigue preocupando es mi futura decapitación en plaza pública. De tener lugar en Madrid, me gustaría elegir para mi ajusticiamiento por no ser musulmán la pequeña plaza de Manuel del Palacio, en plena colonia del Viso. Fue –y es–, el gran poeta satírico español de los tres últimos siglos.

Más pronto o más tarde... Todos al patíbulo exceptuando a los que todos sabemos. Lo vamos a pasar genial.