Martín Prieto

Matrimonio a la francesa

Conocí a un dirigente del FRAP huido de la Policía que vivía en frenesí la guerra de las Malvinas esperando que la audaz aviación argentina hundiera la fuerza británica en el hondón del Atlántico Sur. Su virulento marxismo-leninismo le impedía ver que las Falkland habían sido invadidas por una dictadura militar. Pasadas las décadas estaba políticamente desequilibrado, como aquellos pobres comunistas europeos tras el pacto Molotov-Ribbentrop. Siempre contra el imperialismo, aunque haya que casarse con Hitler; y a favor del matrimonio homosexual con adopción para hacerle cuña a la antropología, aunque se habite en el paraíso legal del arcoíris. Los franceses, tan escasamente dados al puritanismo sexual (dieron cobijo y tumba a Oscar Wilde), legislan estos días el famoso matrimonio que se podría denominar de otra manera sin merma ni desdoro para los contrayentes. Una vez al año el Dux de Venecia embarcaba en su «Bucentauro» arrojando un anillo al mar para desposarse con el Adriático, con todo lo que sustentaba la Serenísima, en una representación poética del pluriformismo marital que no ceja ni en la hipercatólica Argentina: Macri, intendente la capital federal, ha abierto su registro matrimonial creando un efecto llamada en el resto de la nación y países próximos. Éste será el siglo del relativismo y habremos de considerar la «suras» del Corán que exigen tomar por esposa e hijos a la viuda y los huérfanos del hermano fallecido. No deja de ser un acto piadoso, como la poligamia para Mahoma es una caridad para la mujer desasistida. El matrimonio ya es una sinécdoque en el que una palabra resume conceptos distintos: mala para la escritura y peligrosa para la estructura social. El matrimonio gay será aprobado en Francia aunque está en el aire el derecho de adopción. Prefiero el vodeville de Hollande porque no hay nada más tierno que un hombre embutido entre dos mujeres enfrentadas: su amante, que hace el papel de primera dama en el Eliseo y su ex mujer, que le disputa el socialismo y a la que cree sosegará haciéndola ministra. ¿ Matrimonio?: a la francesa.