Educación
Necesario pacto de Estado (y IV)
«La verdad padece, pero no perece» es una conocida cita de nuestra gran santa Teresa de Ávila, que vivió tiempos muy convulsos, «tiempos recios» –como los calificó. La Cristiandad se derrumbaba, siendo España la principal columna de aquel mundo que desaparecía. Los españoles no podemos permanecer inactivos al comprobar cómo la verdad de nuestra Historia padece. Para que no perezca, debemos actuar con «determinada determinación» –como dice la santa. De situaciones mucho más graves han salido adelante aliados nuestros, como Francia y Alemania. Ambos protagonizaron tres grandes guerras en menos de setenta años, y dos de ellas mundiales. De Gaulle y Adenauer, estadistas y patriotas católicos, entendieron que no era posible la deseada reconciliación mientras en la escuela se enseñara a los estudiantes de ambos países una historia que les llevaba a odiar a sus vecinos. Por ello, crearon una «gran comisión» para elaborar la historia compartida necesaria para conseguir la pacificación que parecía imposible. «La misa de la reconciliación» de 1962 en la catedral de Reims, fue un hito histórico en ese camino. Con la «leyenda amarilla» nos está pasando algo parecido. No podemos continuar con un sistema educativo que carece de una historia común y compartida de España, que debe ser una asignatura troncal de los planes de estudio, y vertebradora de la nación. Este es un pacto de Estado inaplazable. Porque: «No se ama lo que no se conoce y no se defiende lo que no se ama».
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