Rosetta Forner

No te quedes fuera

No te quedes fuera
No te quedes fueralarazon

Todo es bueno –o puede serlo- para algún ser humano, y que todo es malo –o puede serlo– para algún otro. No todas las ondas energéticas son buenas. No pueden serlo para todos dado que somos seres vivos y, asimismo, emitimos nuestras particulares ondas. Obviamente, mejor echar la culpa a algo exógeno que mirar en nuestro interior. Somos campos energéticos, y como tales emitimos «buenas y malas ondas». Unos somos más sensibles que otros a las emisiones artificiales de la tecnología. Hay estudios que certifican que las torres de alta tensión generan malos campos energéticos favoreciendo la aparición del cáncer. No lo dudo. Tampoco dudo que las emociones, a su vez, generan buenas o malas energías. Se nos ha enseñado a creer tan sólo en aquello en lo que vemos. Quizá por eso ahora nos encontremos «fuera de onda» cuando unos alegan que el teléfono móvil produce ondas negativas que pueden devenir en cefaleas u otras dolencias, mientras que otros, a su vez, desmienten esas teorías con otros estudios. Ignoramos hasta qué punto estamos siendo afectados por el entorno. Además, no todo está bajo nuestro control. Sin embargo, sí que somos dueños de la relación que establecemos con los aparatos y demás «gadgets» tecnológicos. Mucha gente está la mar de conectada tecnológicamente, pero su vida está fuera de onda: se sienten solos, sólo tienen «amigos» cibernéticos. Y, en vez de quedar para tomar algo, se envían sms o «whatsapps». Otrora, cuando se inventó el teléfono, éste era poco más que un milagro. Ahora puede que acabe siendo una maldición para algunos. Sobre todo para todos aquellos a los que se les queda enganchada la oreja o el dedo al móvil. Las codependencias tecnológicas son las nuevas enfermedades del siglo XXI. No te quedes fuera de la onda de la vida.