Julián Redondo
Otoño caliente
Los Reyes, en Estados Unidos, con Obama; Rajoy, en China, con los chinos, y Gallardón, casualidad o no, dimite ante una nube de periodistas. En Sevilla, José Luis Escañuela defiende el nombramiento de Gala León a capa y espada; la capitana, más femenina que Martín Ojo de Plata, acepta las críticas y elude el debate sexista que Toni Nadal, que admitiría que le llamaran mojigato, pero en ningún caso machista, aventó sin proponérselo. No entienden la polémica quienes en un vestuario femenino ven al entrenador como uno más, y en uno masculino la mujer es un escándalo... Otros defensores de Gala recurren al dato histórico para defenderla: «España ha bajado a Segunda con un primer espada como Moyà. ¿Lo va a hacer peor la capitana?». Otro capitán, Casillas, en el Bernabéu vuelve al banquillo, «de donde nunca debió salir», proclama la «yihad» madridista; en su lugar, Keylor Navas, que le hubiese salido al Atlético seis millones más económico que Oblak. Principio de un otoño caliente con una controversia gratuita que Ancelotti, y sus razones tendrá, ha resucitado. Al cuarto de hora el meta costarricense encaja su primer gol oficial como portero del Madrid. De penalti, ¡ojo! El resultado adverso terminó por ser anecdótico porque la calidad del Elche choca con sus limitaciones y la del Madrid, en cambio, es un océano de remedios. James y Bale fabrican el empate. Marcelo se tira tan bien que evita la segunda amarilla y Clos señala el improbable penalti. Primero de los cuatro goles de Cristiano; el segundo, portentoso cabezazo. Un alarde. Sin «9», porque Benzema y Chicharito se hacían compañía en el banquillo, y con Isco de falso «9», el Madrid calienta en otoño al Elche (5-1).
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