Iñaki Zaragüeta

Propuesta casi revolucionaria

La comparecencia en Valencia del presidente de la CEOE, Joan Rosell, para presentar a su homólogo de la CEV, Salvador Navarro, sirvió para que ambos plantearan una especie de catarsis para adaptarse a los tiempos que corren, bien diferentes a las costumbres tradicionales en algunas materias. Sus intervenciones en el Fórum Europa dejaron poso a nivel nacional y valenciano.

Primero, fue Rosell al exponer el proyecto que está confeccionando la patronal española para que se supriman las subvenciones a este tipo de organizaciones, de forma que vivan de sus cuotas y alcancen total independencia para llevar a cabo sus responsabilidades.

Como comentaba mi amigo Rogelio al escucharle, se trata de una propuesta revolucionaria para un conglomerado económico-sindical, incluso más amplio, acostumbrado a vivir de la subvención, del erario, del dinero de todos los contribuyentes, sin que hasta ahora haya existido un control serio y minucioso sobre su utilización.

Por su parte, Salvador Navarro puso el dedo en la llaga valenciana de la ausencia de vertebración en la Comunitat. Denunció que la falta de trabajo en común, plasmada en los partidos políticos, en las organizaciones empresariales, en los sindicatos, en el fútbol..., nos debilita en foros esenciales como Madrid y Bruselas.

El momento actual no puede presentarse más idóneo para expresar tales afirmaciones. Un momento en el que la Comunitat ha perdido dos importantes Cajas de Ahorro, un Banco, una Televisión autonómica y está a punto de perder la propiedad de un equipo de fútbol de primera categoría. Así es la vida.