José María Aznar Botella

Proyecciones

Yogi Berra decía que es difícil hacer proyecciones... especialmente sobre el futuro. Es obvio que los economistas de la Comisión Europea y el Ministerio de Economía no han leído al legendario jugador de los Yankees de Nueva York. En España hemos recibido con gran desánimo el cuadro macroeconómico recientemente presentado por la Comisión y el Gobierno, se proyecta la actividad económica por muchos años y se presenta como un destino inevitable. Entiendo que es parte del juego, pero es una farsa.

Yo también estoy en el negocio de hacer proyecciones, en mi caso, trato de valorar compañías calculando el valor presente de los flujos de caja que se generarán en el futuro. Si algo he aprendido es que es inútil. Un año como mucho, y ya es bastante, es lo que se puede estimar con fiabilidad. No existe en economía la visibilidad a largo plazo y lo que es más importante, el futuro no está escrito y los que toman las decisiones pueden hacer la diferencia.

No es lo mismo que la Unión Europea avance hacia la unión fiscal y bancaria que no lo haga. No es lo mismo que el BCE suba o baje los tipos de interés. No es lo mismo que el sector público demande todo el crédito disponible o que deje algo para el sector privado. No es lo mismo tener una legislación laboral rígida a una flexible. No es lo mismo tener un sistema financiero saneado a uno quebrado. No es lo mismo abrasar a los ciudadanos a impuestos para que yo siga viendo CMT, TV3, Telemadrid, La Otra, ETB y Andalucía TV, a racionalizar las administraciones públicas y tener un sistema fiscal justo que fomente el trabajo y la inversión.

En definitiva, no somos presos de un ciclo económico inevitable y no son lo mismo unas políticas que otras. En lo que sí coincido con el Ministerio y la Comisión es que la cosa tiene mala pinta.