El desafío independentista

Refranero

La Razón
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Una sola semana de desconexión terrenal se deshace rápido entre los dedos. Compruebo, al regresar, que esta agua sigue estancada, nada nuevo bajo el sol. Idéntico panorama político que el de ayer, antesdeayer y hace ya demasiados meses. Manidos los discursos y las estrategias, ahora con las elecciones vascas y gallegas de fondo y con una Diada que, según algunos, ha sido la última antes de su independencia. Suspiro y me digo que no hay mal que cien años dure, ¡ni cuerpo que lo resista! En el refranero me entretengo para adornar este cansino bloqueo político, que nos ha mostrado lo peor de cada casa. Están de más los sondeos alertando de una elevada abstención en caso de terceras elecciones. ¿Acaso alguien lo dudaba? Tanto va el cántaro a la fuente que, al final, se rompe.

Felipe González ha expresado recientemente lo que muchos españoles aseguran en la calle: si nuestros líderes no son capaces de evitar otras elecciones generales, deberían dar un paso atrás. «Si me queréis, irsen», les gritaría la Faraona. Desde luego, celebrarlas el día 25 diciembre, además de rizar el rizo de lo surrealista, nos costaría unos 160 millones de euros y afectaría a cerca de un millón de personas. ¡No está el horno para bollos!

Si llegamos a ese extremo, me uniré al clamor popular para que los susodichos den un paso atrás y desaparezcan de la primera línea política. Al pan, pan y al vino, vino. Hay quienes aún descartan la cita electoral navideña, cándidos optimistas... Vuelvo a suspirar, me doy la vuelta y me escondo en los recuerdos más felices y recientes. A nadie le amarga un dulce.

Pienso en gente sana a lo largo de caminos radiantes, a ratos mágicos. La alegría de mi hijo peregrino, de sus abuelos en los alrededores. Betanzos junto a una familia de brazos abiertos, el sentido abrazo al Apóstol y una última cena festiva entre amigos, a pocos metros de la Catedral. Imposible olvidar la experiencia veraniega previa junto a periodistas despiertos y valientes, en su «Espejo Público». La diversión en el trabajo renace en todas sus madrugadas informativas. Doy las gracias y brindo por los nuevos tiempos, ahora junto a una compañera maestra de la información parlamentaria. Todo fluirá, sobran en casa talento, respeto y ganas enormes de afrontar retos en equipo. Antena 3 Noticias también ha tirado esta vez del refranero: quien siembra recoge.