Roma - Moscú

El próximo domingo el Secretario de Estado vaticano iniciará una visita de cinco días a Rusia. El Cardenal Pietro Parolin será recibido por el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias Kirill I y también acudirá al Kremlin para mantener un encuentro con el presidente Vladimir Putin, el todopoderoso zar que la Santa Sede considera hombre-clave para la resolución de algunos conflictos como los de Siria o Ucrania.

El Cardenal Parolin es la mano derecha del papa Francisco y su más estrecho colaborador. Bergoglio tuvo un gran acierto al sustituir al Cardenal Bertone con este diplomático véneto del que todos alaban su profesionalidad, discreción y habilidad.

«En estos momentos del mundo – declaró hace poco al «Corriere della Sera»– en los que asistimos a un aumento de las tensiones y de los conflictos en varias partes del mundo, la paz constituye para el papa Francisco y para mí personalmente una prioridad clara e inderogable». Su viaje lo explica el purpurado como un esfuerzo más para reforzar los puentes entre el Este y el Oeste. «En los nuevos escenarios abiertos después de la guerra fría –añadió– es importante aprovechar cualquier ocasión para estimular el respeto, el diálogo y la colaboración recíprocas con vistas a promover la paz» .

El Cardenal ya ha viajado a otros países de la zona como Bielorusia y Ucrania y acompañó al Papa en sus visitas apostólicas a las naciones del Cáucaso. Conoce bien, pues, los problemas religiosos, políticos y sociales de lo que en tiempos no tan lejanos fue el imperio soviético.

Pero el viaje tendrá también su perfil ecuménico después del histórico encuentro en el aeropuerto de La Habana entre el papa Francisco y el patriarca Kirilll con el que Parolin tiene previstos diversos encuentros. A la pregunta de si su visita puede considerarse preparatoria de un viaje papal a Moscú el prudente cardenal afirma que ese objetivo excede los objetivos de su viaje pero no descarta que pueda ayudar a la realización de uno de los mayores deseos del Obispo de Roma.