Alfonso Merlos

Siempre ayudando

De matrícula de honor lo de los socialistas. En responsabilidad y defensa del interés general. Pero sobre todo en diligencia para darle a este país el empujón que necesita, y en la dirección adecuada, para salir de la crisis a zancadas en lugar de a pasitos. Ahora toca el affaire ómnibus pero... ¡Qué más da!

Básicamente porque los argumentos de los todavía pupilos de Rubalcaba para oponerse al decreto impulsado por el Partido Popular son de jardín de infancia, cuando no ofensivos y o de una superioridad, lo dicho, de parvulario. ¿Qué es eso de que es imposible apoyar una iniciativa porque atufa a ideología conservadora? ¿Qué ocurre, que toda propuesta parlamentaria ha de ser desacreditada, vapuleada o ninguneada si se sitúa en el centrismo, el reformismo, el liberalismo o el conservadurismo? ¡¿Puede haber mayor grado de sectarismo en una sociedad moderna?!

Pero es que la segunda excusa para tumbar las medidas de Rajoy supera a la primera con creces. Resulta que a Soraya Rodríguez le resulta imposible votar en verde porque el Gobierno, desesperado, busca golpes de efecto y una recuperación relámpago de la situación económica en España. Pero... ¡hija de Dios! ¿No está en la obligación de cada grupo llevar a la sede de la soberanía popular y nacional políticas que ayuden a que el país vaya a más, a mejor? ¿Qué sucede, que no interesa que los ciudadanos sean ayudados y liberados de cargas si eso dispara los intereses electorales del partido que lo propicia?

Camaradas del PSOE, más altura de miras, por favor. Nos estamos jugando mucho. Todos.

Los palos en las ruedas no dejan avanzar ni ante los más despejados caminos. Y el nuestro, por desgracia, todavía tiene algunas piedras.