Sólo hay una vía buena

Conforme se acerca la fecha, veo más inevitable el pacto de los partidos constitucionalistas. Que sea monocolor, bipartito o tripartito importa menos, pero por más que Pedro Sánchez y un sector del PSOE se inclinen hacia la izquierda, tendrán muy complicado un acuerdo con los radicales, comunistas y secesionistas, independientemente de que se produzca el «sorpasso» o quede por delante de Unidos-Podemos (UP).

Vista la experiencia de los meses posteriores al 20-D, las interpretaciones de Mariano Rajoy merecen respeto y credibilidad. Él sentenció unas segundas elecciones nada más conocer los resultados y así se cumplió en contra de multitud de políticos y opinadores que aseguraban la Presidencia a Sánchez con el apoyo de Podemos y un grupo de secesionistas. Cuando prevé inexorable la firma constitucionalista, al menos hay que tenerlo muy en cuenta.

En teoría, Pedro Sánchez puede tener querencia natural hacia UP o acérrima aversión a Rajoy, pero a la hora de poner negro sobre blanco ¿cómo plasma un gobierno con Pablo Iglesias, sea él o éste presidente, al frente del CNI, la Guardia Civil, la Policía y la televisión; a el ex general Julio Rodríguez al frente de la Defensa, a Íñigo Errejón en Asuntos Exteriores y a Diego Cañamero de Trabajo, por poner algunos ejemplos?

¿Alguien demócrata de un país desarrollado, enclavado en la UE, miembro de la OTAN, puede pensar en ejecutar semejante operación si no es con el objetivo de destruir todo eso?

No sé cómo quedará el mapa el 26-J, pero lo único seguro es que entre PP y PSOE superan con creces, solo ellos, la mayoría absoluta para llevar a esta España nuestra hacia el desarrollo y la modernidad. Así es la vida.