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Trump

La Razón
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Ya antes de que comenzase el viaje de Francisco a México el magnate norteamericano Donald Trump se permitió criticar al Papa. Primero lo tildó de ser «una persona muy política»; en segundo lugar aseguró que «no comprende los problemas que tiene nuestro país»; «creo –añadió– que el Papa no comprende el peligro de la frontera abierta que tenemos con México». Por fin, tuvo la osadía de afirmar que Bergoglio estaba manipulado por las autoridades mexicanas y que actuaba como un «peón» en su favor.

Trump en su campaña como precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos se ha comprometido, si logra llegar a la Casa Blanca, a construir un muro de dos mil quinientos kilómetros a lo largo de la frontera con México y a expulsar a los millones de personas que residen en su país de forma ilegal.

Como se recordará el Pontífice celebró una Eucaristía «binacional», es decir en la línea fronteriza que separa México de su gigantesco vecino, de forma que pudieron seguirla centenares de miles de mexicanos en el espacio ferial de Ciudad Juárez y algunas decenas de miles de norteamericanos desde el estadio de la universidad de Texas en El Paso.

Preguntado por los periodistas en el vuelo que le conducía a Roma sobre qué pensaba Francisco de las afirmaciones de Trump dijo: «Una persona que sólo piensa en levantar muros, sea donde sea, y no en tender puentes no es cristiana. Eso no está en el Evangelio».

La respuesta de Trump no se hizo esperar y volvió a usar el tono insolente que le caracteriza: «Que un líder religioso –comentó en Carolina del Sur– ponga en cuestión la fe de una persona es vergonzoso. Estoy orgulloso de ser cristiano y como presidente no toleraré que se debilite y ataque de forma constante a la cristiandad».

Luego añadió: «Cuando el Estado Islámico ataque al Vaticano, que es su objetivo final, el Papa desearía y rezaría para que yo fuese el presidente».

Esté tranquilo el señor Trump: en esa absurda hipótesis la Iglesia pediría ayuda a quien siempre la ha sostenido a lo largo de los siglos, Dios.