Daniel Pipes
Un juicio o el exilio
- ¿La captura de Saif al Islam pone punto y final al gadafismo?
- Hay muchas posibilidades de que Libia acabe siendo como Irán en términos de implantación de la sharia, de agresión hacia sus vecinos no musulmanes, así como de problemas con las fronteras. Pero el gadafismo no es lo que hacía que Libia fuera Libia.
- ¿Qué supone el arresto para el proceso de construcción de la nueva Libia?
- La construcción de la nueva Libia se juega en un campo que no tiene que ver con el coronel Muamar Gadafi ni con su hijo Saif. Ésa es la parte menos importante. Mucha más importancia tienen las políticas islamistas, la imposición de los musulmanes sobre los que no lo son. La superioridad del hombre sobre la mujer. Estos conceptos regulan el funcionamiento de los países islámicos, y no se ven afectados por los nombres o las personalidades. La única diferencia de Libia es el componente tribal, aunque no es tan importante: el país está urbanizado en un 85%, más que Australia. La religión tiene un papel fundamental en este proceso transitorio.
- Saif al Islam fue la esperanza de occidente pero durante los ocho meses de guerra mostró su lado más sangriento, ¿debe responder por los crímenes de su padre?
--Gran Bretaña, Francia e Italia dieron por sentado que la intervención llevaría a cálidas relaciones comerciales. Gadafi tenía relaciones estrechísimas con Italia. Estas relaciones circularon por Occidente como «esperanzas de modernización». Pero nunca lo pretendieron ser. Saif al Islam era el heredero de la dinastía, nada más. Este es un malentendido entre Occidente y los países musulmanes. Para Occidente es «la economía, idiota». En Egipto, el lema de los Hermanos Musulmanes es «el islam es la solución». Y ya sea en los asuntos menores o en ir a la guerra, el islam es la solución. El islam decide.
- Pesa sobre él una orden de arresto del CPI por crímenes de guerra, ¿debe ser juzgado en Libia o enviado a la Corte Penal Internacional?
-Hay demasiadas consideraciones políticas, económicas y religiosas sobre la mesa. Después de cómo fue el fin del coronel Gadafi, Estados Unidos y Europa presionarán a las nuevas autoridades libias para que muestren su mejor cara con el delfín de la saga. El futuro de Saif al Islam parece que estará en un largo proceso judicial o en un destierro a algún país africano.
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