Jorge Urosa

Vale todo

Para bombardear la política del Gobierno de Madrid vale todo, desde la minoración de la financiación autonómica iniciada por Zapatero, que dejó a Madrid con un déficit de financiación de más de mil millones, –que por cierto no ha sido corregido pero sí aumentado por Montoro–, hasta la de utilizar cualquier medio para limitar las políticas de ahorro del Gobierno regional. Ahora le ha tocado el turno a la Sanidad. Después de más de 40 años de privatizaciones de servicios públicos básicos como el de la educación, el de la seguridad y por supuesto el de la Sanidad, el PSOE se da cuenta de que privatizar servicios públicos es ilegal. Como diría un castizo, es «pa matarse de risa», es como cuando Garzón pidió la partida de defunción de Franco. Las cosas sólo son ilegales cuando las propone el PP y en Madrid, claro. Cuando Andalucía tiene el mayor número de colegios concertados de España, entonces es política social. ¿Estamos seguros de que no existen concesiones de hospitales que dan el servicio sanitario a cambio de la cápita en España? Entonces, ¿cómo es posible que se dude del proceso de privatización de la gestión mientras la Sanidad sea gratuita y universal? Pues por puros intereses electorales. Lo malo es que esa irresponsabilidad pone en riesgo la viabilidad de todo el sistema sanitario madrileño. Cuando no sea sostenible, ¿qué hará el señor Gómez? Él, ir al sistema privado, seguro; el resto de los madrileños, lo que podamos.

A este juego se han unido ahora los tribunales, que entienden como una quimera el ahorro que propone la Comunidad en base a que la gestión pública se puede mejorar, cuando no se ha hecho en 20 años. Eso, señores magistrados, sí que es una película, esperemos que no sea de terror.