Ely del Valle

¡Vaya patio!

T ras el primer asalto de las candidaturas, en el que todos los partidos con representación en Madrid, sin excepción, han tenido su consabida pelea de cuñados, llega el segundo, el de las listas, que aunque de cara al personal suele trascender bastante menos, no deja de ser un pulso entre aparatos en el que, quien más y quien menos, sale con algún arañazo. El PSOE, en este caso tiene una ventaja: que Gabilondo y Carmona se plegarán a lo que diga la gestora que dirige sus destinos y que no va a tener ningún problema en elegir a gusto de Ferraz, que por algo es quien la ha colocado a dedo. En IU se desconoce el proceso que van a seguir pero como tampoco tienen demasiado donde elegir, el resultado serán lentejas siempre y cuando las lentejas no salten por la borda en plena travesía.

Otro tema diferente es el del PP, donde el asunto puede complicarse, porque en la lista al ayuntamiento, Génova intentará colar a alguno de los suyos entre los elegidos por Aguirre que, como presidenta del PP madrileño, querrá hacer lo propio con la de Cifuentes que, a su vez, procurará, como no puede ser de otra manera, formar su propio equipo de cara a un futuro gobierno. Un lío que los populares tendrán que resolver con menos pólvora que la que han utilizado para no desaprovechar la oportunidad única de sacarle rendimiento a los navajazos internos del contrario sumándose, contra toda lógica, a la política del «quítate tú para ponerme yo» de la que no han conseguido liberarse ni ellos, ni los Iglesias, ni las Tanias, ni los Garzones, ni quienes tuvieron que recurrir al cerrajero de urgencia, y que es precisamente esa política de la que los ciudadanos están hasta el moño. Un par de campañas como ésta y acaban todos en el vertedero de Valdemingómez.