Rosetta Forner
Víctimas del desamor
Los hijos pagan el pato cuando sus progenitores deciden ser «Kramer contra Kramer». Algunas mujeres pueden tener la buena intención de proteger a sus hijos del padre, pero deberían considerar que pudo ser mal esposo, lo cual no significa que sea mal padre. Yo tengo una pregunta para ambos: ¿cómo es que decidieron casarse con esa persona y tener hijos? Del amor no se pasa al odio, a este sólo se llega desde el «hambre emocional» y la inmadurez, la misma que produce que uno de los dos ex cónyuges,use a los hijos como «arma castigativa» en contra del otro, y al dinero como «arma revanchista» durante el divorcio. Ambos deberían considerar que los niños están indefensos y que su bienestar psicoemocional está por encima de todo. ¿Alguien les pregunta a los niños qué quieren? La realidad social oculta que muchos hombres que deben recurrir a la Justicia para poder estar con sus hijos (véase «Plataforma Ciudadana por la Igualdad»). No todos los hombres son malos. No todas las mujeres son buenas madres. Hay de todo. Lamentablemente nos hemos convertido en un tipo de sociedad de familias rotas que descuida a los mayores y maltrata psicológicamente a los niños. Un poco de «coaching» les vendría bien. Menos guerra, menos egoísmo, más amor y más ver «la vida en Rosetta».
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