Julián García Candau

Villa, el emplazado

D avid Villa está marcado. Dicho de otro modo, como el rey Fernando IV de Castilla, puede ser apodado «El Emplazado». El vaticinio sobre la muerte del rey se cumplió en un mes. La defunción de Villa como barcelonista está fechada para el 30 de junio. Es el mejor delantero del fútbol español. Es el más brillante de cuantos ocupan esas plazas en el Barça, salvo Messi, naturalmente, pero ha caído en desgracia. Tito Vilanova le da minutos en partidos en que puede incluso sentirse humillado como fue en partido de Copa en que formó junto a canteranos.

Pep Guardiola cometió el error de alinearle repetidamente cuando tenía una fisura en la tibia y a consecuencia de ello acabó sufriendo la fractura de la misma. La lesión, grave, le obligó a largo tratamiento y penosa recuperación. Cuando se consideró que estaba en condiciones de volver a jugar fue alineado a pequeñas dosis. Se suponía que recuperaría la titularidad y no ha sido así a pesar de que en ocasiones mostró su calidad de goleador. Se ha dicho que no goza de la amistad de Messi y ello ha tenido como pruebas irrefutables broncas en público. En Córdoba, cedió en bandeja el gol a Messi y éste no hizo muestras extraordinarias de agradecimiento. El máximo goleador de la Selección española es náufrago en el Camp Nou. No se le ve feliz y juega obsesionado con el gol.

Villa es jugador codiciado por grandes clubes. El Barça tratará de facilitarle la salida al extranjero. Como a Ibrahimovic.

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