Julián García Candau

Y sin Messi

El Atlético-Barcelona se jugó el sábado en Cornellá-El Prat. Con el resultado del Espanyol-Real Madrid, en el Vicente Calderón había poco que decir. Gracias al resultado del encuentro del sábado, el domingo era día de celebraciones. La barcelonista porque ya era campeón de Liga. La del Atlético de Madrid porque salieron sus campeones de balonmano para disfrutar de una victoria que recordaba los añejos tiempos de Cecilio Alonso. No estaba previsto en el programa de festejos que el Barça se quedara con diez por lesión de Messi y, en inferioridad, ganara el partido.

A Diego Simeone le interesaba más lo que vio en el Madrid, que lo que pudiera ocurrir ante el Barça. Aquí se trataba de un ensayo general para la final de la Copa del Rey del próximo viernes. Los dos equipos trataron de convertir el juego en placentera sesión preparatoria. Los rojiblancos son terceros y tienen asegurada la participación en Liga de Campeones. Demasiada carne en el asador podía poner en peligro la fortaleza de algún titular y lo que importa ahora es llegar al Santiago Bernabéu con todo el potencial en forma.

Simeone dejó en su lugar de descanso a Luiz Filipe y Diego Costa aunque éste, que necesita pelearse, salió en el segundo tiempo. Se trata de llegar sin cansancio excesivo al viernes, para intentar cortar la humillante racha de catorce años en que el Atlético ha perdido ante su gran rival el espíritu de los luchadores de antaño.

El Barça alineó varios suplentes, se le lesionó Alves y, después Messi cuando ya Tito Vilanova había hecho los tres cambios. El gol de Falcao tuvo réplica en Alexis y Gabi en propia puerta, que desvió un mal remate de David Villa. No hubo dependencia de Messi.