Cuartel emocional

Criaturas perversas

Ser portero de un prostíbulo (Ayuso dixit) requiere un físico modelo oso, y nuestro protagonista va sobrado de talla y volumen

El otro día, tomando una copa en casa de un querido amigo, comentábamos las películas que están en cartel. Me habló de una, cuyo título me viene como anillo al dedo para encabezar estas líneas de hoy: “Criaturas perversas”. No sé si los protagonistas de la semana merecen tal calificativo pues, para ello, es necesario tener una cierta categoría y un determinado nivel intelectual cosa de lo que carece, por ejemplo, el ex portero de prostíbulo, el tal Koldo, oficio que le atribuye la Ayuso con una ironía infinita, o sea, su habitual ironía. Otra cosa es Putin, claro, él sí merece a titulación de malvado, pérfido, cruel, incluso diabólico. Se me ponen los pelos de punta solo de pensar en las torturas, castigos y diferentes maneras de poner fin a la vida de sus opositores. Creo que deja infantil el libro de “El arte de matar”, de Jonathan Santlofer o el de “La pena de muerte”, de Daniel Sueiro cuyo fin no pude alcanzar por lo escalofriante que puede ser la mente humana a la hora de idear formas y maneras de poner remate a la vida de un igual.

Pero vayamos a algo más lúdico y divertido, porque los pillos siempre hacen gracia. Lo de Koldo tiene miga, y aquí podemos aplicar el título de otra película, “Secretos de un escándalo” que también nos cae de rechupete por la cantidad de capitostes que están implicados en la trama. Que nos dejen de Dani Alves y su refocile con una fulanita en el baño de una disco, que la gracia le ha salido cara por el dinerete que ha tenido que soltar a la chica y los cuatro años que le caen entre rejas. Entre rejas todos querríamos ver a otros, que un futbolista cachondo nos da igual.

Hay muchos gerifaltes que tienen que dar explicaciones, dar la cara para aclarar el tema, si es que de alguna forma se pueden hacer transparentes personas y temas que gozan de un opacidad extrema, pero ya estamos acostumbrados a ello. Todo queda siempre en agua de borrajas, y si te he visto, no me acuerdo. Todos callan y consienten, y esperan a que pase el temporal y el asunto quede en el olvido sin que se depuren responsabilidades, lo malo es que nos tienen demasiado acostumbrados, véase si no el asunto de los maletines de Delcy Rodríguez en el aeropuerto con Ábalos saliendo del asunto sin mancharse. Todavía recuerdo al bueno de Guido Brunner, embajador de Alemania en España, y el entramado de comisiones con empresarios ligados al régimen socialista de los 90, pero de eso ya nadie se acuerda, solo los que nos dedicamos a este divertido oficio del periodismo y haber sido testigo de la historia de los últimos treinta o cuarenta años. Tampoco se recordarán en un tiempo próximo los nombres de Tito Berni, o de Koldo pese a la gran presencia de este último. Ser portero de un prostíbulo (Ayuso dixit) requiere un físico modelo oso, y nuestro protagonista va sobrado de talla y volumen.

CODA. Crecen vertiginosamente los cambios de sexo en España y decrece el índice de natalidad, excepto en la región madrileña. Desaparecen las familias numerosas y la forma de denominarlas. Ahora hay que decir “familias con necesidades especiales”, o algo así. Los políticos del presente desconocen en profundidad el lenguaje y sus reglas: hay que hablar con palabras, no con frases, síntoma de dificultad para expresarse bien en el idioma e indicio de pasión por los eufemismos, así como ignorancia profunda en lo que se refiere al vocabulario. Vuelvo a preguntarme, ¿dónde está la Real Academia Española?