
Las correcciones
No deis por muerta a la ambición rubia
Paradójicamente para quienes quieren a Le Pen alejada del Elíseo esta sentencia podría dejarla todavía más cerca.
Mientras el mundo articula una respuesta a la política «lose-lose» de Trump con los aranceles (en una guerra comercial todos pierden; los primeros, los americanos), Francia intenta desactivar «la bomba atómica» –Marine Le Pen dixit– que ha caído sobre la Agrupación Nacional (RN). La líder indiscutible del partido ultra negó durante meses que los jueces fueran a inhabilitarla, pero este lunes cogió su bolso y abandonó la sala del Tribunal Penal de París antes de escuchar la totalidad de la sentencia que comprometía su candidatura a las presidenciales de 2027.
Los jueces declararon a Le Pen, y a otros 20 miembros de la RN, culpables de malversación de los fondos públicos. El tribunal de París dictó una sentencia dura por el desvío de 4,4 millones de euros, y por tratarse de una estafa que se perpetuó durante doce años, entre 2004 y 2016. El dinero de los contribuyentes comunitarios no se utilizó para los cuadros del partido en Bruselas, sino para pagar los sueldos de sus empleados en París. Le Pen también fue condenada a cuatro años de prisión y a pagar una multa de 100.000 euros. Pero ha sido la inhabilitación inmediata la que ha puesto patas arriba la carrera para el Elíseo en una Francia ya de por sí inestable.
La favorita para suceder a Emmanuel Macron ha quedado fuera de juego, no por una decisión política sino judicial tomada por tres magistrados imparciales. La Agrupación Nacional ha cargado contra el veredicto, pero olvida (interesadamente) que los jueces se han pronunciado de acuerdo a las leyes aprobadas en la Asamblea Nacional con el voto, entre otros, de RN. Desde sus orígenes, los lepenistas han sido implacables contra la corrupción política defendiendo incluso las cancelaciones de por vida.
La Agrupación Nacional se encuentra sumida en una crisis sin precedentes porque las vías legales para revocar la decisión judicial son escasas. El tribunal penal lanzó una especie de salvavidas a Le Pen al declarar que la revisión de la sentencia podría conocerse durante el verano de 2026, unos meses antes de las elecciones presidenciales. Otra opción más radical sería la de invertir el «ticket presidencial» y proponer a Jordan Bardella, de 29 años, como candidato al Elíseo y ella ser la primera ministra. Marine Le Pen siempre ha defendido públicamente a su protegido, presidente a la postre de la formación ultra, pero a sus 56 años, no parece que vaya a renunciar tan rápidamente a la que podría ser su cuarta y última oportunidad para lograr el poder. La juventud y falta de experiencia de Bardella despiertan, además, serias dudas dentro de la extrema derecha francesa que sabe que con él, como cabeza de cartel, las posibilidades de victoria se estrechan.
No obstante, la sentencia podría ser un acicate para las aspiraciones de la Agrupación Nacional. Tenemos reciente el precedente de Donald Trump. Los escándalos judiciales no le restaron votos. Más bien lo contrario. Paradójicamente para quienes quieren a Le Pen alejada del Elíseo esta sentencia podría dejarla todavía más cerca. El candidato del centro derecha Edouard Philippe, exprimer ministro de Macron, que podría verse beneficiado por una hipotética reunificación del voto conservador, ha preferido guardar silencio. Mientras, la izquierda radical de Jean Luc Mélenchon sueña con recuperar el voto obrero cedido a Le Pen. Pero los sueños, sueños son.
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