Al portador
El día que Sánchez volvió a repasar a Maquiavelo
El inquilino de la Moncloa también cree, como el florentino, que "la naturaleza de los pueblos es voluble y es fácil convencerlos de algo", en este caso de las bondades de la amnistía
Nicolás Maquiavelo (1469-1527), florentino, es quizá el teórico político más famoso de la historia por una obra póstuma "El Príncipe", publicada por primera vez en 1531 hace casi 500 años, pero que para muchos políticos mantiene toda su vigencia. Pedro Sánchez es, sin duda, uno de ellos y la princesa de Asturias, Leonor, que hoy jura la Constitución tendrá que estudiar con detalle ese texto, clásico entre los clásicos, en su educación. El ilustre florentino, en el capítulo XVIII, escribió que "un señor prudente no puede, ni debe, mantener la palabra dada cuando tal cumplimiento se vuelva en contra suya y hayan desaparecido los motivos que le obligaron a darla". Maquiavelo se inspiró en César Borgia (1475-1507) y en Fernando el Católico (1452-1516), a quien alababa sus "acciones raras y maravillosas". Cinco siglos más tarde, tendría que haberse fijado en Pedro Sánchez que parece seguir sus indicaciones al pie de la letra. "Evidentemente, ni referéndum ni amnistía son posibles" dijo el ahora presidente en funciones –ya por poco tiempo– el 15 de septiembre de 2021. Unas semanas más tarde, en 10 de noviembre, explicó en televisión que "el independentismo lo que pide, y lo saben los telespectadores, es la amnistía. Algo que, desde luego, este Gobierno no va a aceptar y que no entra en la legislación ni en la Constitución". Un año después, con desparpajo y sin complejos, el líder del PSOE afirma que "en interés de España defiendo la amnistía en Cataluña" y precisa que "es una condición para que pueda haber un Gobierno de progreso y para evitar un Gobierno de la derecha y la ultraderecha". Maquiavelo puro y en vena, que incluye en el capítulo XVII de "El Príncipe" una cita de Virgilio (70AC-19DC) –Eneida I, versos 562-563–, que quizá también ha leído Sánchez o algunos de sus asesores: "La dura necesidad me obliga a adoptar tales medidas". El inquilino de la Moncloa también cree, como el florentino, que "la naturaleza de los pueblos es voluble y es fácil convencerlos de algo", en este caso de las bondades de la amnistía, algo que ya han asumido la mayoría de los actuales dirigentes del PSOE y que respaldará la militancia tras la carta de su líder, con la duda de hasta dónde –y hasta cuándo– estarán convencidos los votantes. Maquiavelo advertía, no obstante, en la misma frase, que también "es difícil mantener a los pueblos convencidos". Por eso, ahora, cumplido el trámite del juramento de la Princesa de Asturias, la investidura cuanto antes mejor, al precio que sea. Cinco siglos después, Sánchez repasa otra vez a Maquiavelo.
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