Tribuna

Economía de la Defensa (II)

Resulta fundamental considerar la Seguridad Nacional como un bien público esencial que contribuye, directa o indirectamente, al desarrollo económico y social, al garantizar un entorno estable y seguro para la actividad productiva

Economía de la Defensa (II)
Economía de la Defensa (II)Raúl

Una de las innovaciones clave de la Economía de la Defensa consiste en el estudio de los efectos económicos del gasto en Defensa. Esta línea de investigación analiza la relación entre el gasto militar y diversas variables macroeconómicas, siendo el impacto en el crecimiento económico uno de los temas más debatidos en el contexto actual, en el que los países europeos han decidido incrementar significativamente sus presupuestos de Defensa para hacer frente a las nuevas exigencias geoestratégicas.

Históricamente, el gasto en Defensa respondió a exclusivamente motivaciones políticas y militares, como lo evidencian las dos Guerras Mundiales y la Guerra Fría. La caída de la Unión Soviética en 1991 provocó una reducción del gasto militar, que permitió detraer recursos de la Defensa y destinarlos a otros fines, siendo conocido como el «dividendo de la paz». Sin embargo, la nueva situación de reemergencia de amenazas geopolíticas ha llevado a un incremento en los presupuestos de Defensa por razones estratégicas y militares. Por ello resulta oportuno preguntarse por los efectos macroeconómicos de dichos incrementos presupuestarios.

Recientemente la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha manifestado con respecto a la inversión de 800.000 millones de euros en Defensa que se prevé «contribuye al crecimiento». Nuestra secretaria de Estado de la Defensa, Amparo Valcárcel, ha señalado: «Hay que convertir el gasto en Defensa en una inversión productiva para nuestro país».

El debate sobre el impacto del gasto en Defensa en el crecimiento económico se remonta a los años 70, cuando el profesor de la Universidad de Columbia, Emilie Benoit, publicó sus estudios pioneros que sugerían una relación positiva entre el gasto militar y el crecimiento económico, especialmente en países en desarrollo. Sin embargo, investigaciones posteriores arrojaron resultados contradictorios, lo que sugiere que factores como la metodología empleada, la selección de datos y los modelos econométricos utilizados pueden influir en las conclusiones.

El análisis del gasto militar en relación con el crecimiento económico se centra en dos hipótesis contrapuestas: i) una visión negativa que argumenta que el gasto en Defensa tiene un alto coste de oportunidad, ya que desvía recursos de inversiones más productivas como la educación, la sanidad o las infraestructuras, y además, puede generar presiones inflacionarias y afectar negativamente la balanza de pagos en economías cercanas al pleno empleo, y ii) una visión positiva que sostiene que el gasto en Defensa tiene un efecto dinamizador sobre la economía, al fomentar la demanda en sectores de alta tecnología y generar empleo. Esta perspectiva, conocida como «keynesianismo militar», se alinea con la teoría económica de John Maynard Keynes aplicada al gasto público en Defensa. Es muy probable que ambos enfoques coexistan, variando su influencia y el resultado final según el contexto económico y geopolítico de cada país.

En España, los estudios empíricos sobre la relación entre el gasto militar y el crecimiento económico son limitados. La doctora Gómez-Trueba concluye que existe una relación de causalidad bidireccional y positiva entre el gasto en Defensa y el PIB, aunque su efecto tiende a diluirse a largo plazo. Otros estudios, como el realizado por el Ministerio de Defensa en colaboración con la Universidad de Barcelona, destacan el impacto positivo del gasto militar en términos de valor añadido bruto y generación de empleo.

Sin embargo, estos resultados deben interpretarse con cautela, ya que otras investigaciones presentan resultados diferentes, evidenciando la complejidad de establecer una relación causal clara. Las conclusiones, por el momento, son dudosas.

A nivel internacional, los estudios también ofrecen resultados dispares. En algunos países de la Unión Europea, como Alemania y Francia, el gasto en Defensa se asocia con un crecimiento económico positivo, posiblemente debido a su alto grado de industrialización y a su papel como exportadores de material de Defensa. Quizás Lagarde esté pensando en estos países. En otros, como Grecia y Portugal, la relación parece ir en la dirección opuesta.

En Estados Unidos, la diversidad de resultados es aún más evidente, con estudios que sugieren efectos positivos, negativos o incluso neutros del gasto en Defensa sobre el crecimiento económico.

Esta heterogeneidad entre países desarrollados refleja la complejidad de los análisis y los factores en juego, como la situación geopolítica, el nivel de desarrollo económico y la estructura del gasto militar.

El análisis del impacto del gasto en Defensa sobre el crecimiento económico es un análisis complejo y multifacético sin que, por el momento, se observen resultados concluyentes. Sin embargo, al día de hoy, no se puede generalizar que el gasto en Defensa influya negativamente en el crecimiento económico, aunque tampoco al contrario.

En todo caso resulta fundamental considerar la Seguridad Nacional como un bien público esencial que contribuye, directa o indirectamente, al desarrollo económico y social, al garantizar un entorno estable y seguro para la actividad productiva. Sin esa seguridad, sería imposible una sociedad próspera y desarrollada.

Tomás Torres Peral es Comandante de Caballería. Academia de las Ciencias y Artes Militares.