Cataluña

El Rey, con los catalanes

Cataluña es la primera comunidad que Don Felipe visita como Rey, un hecho que debe valorarse en su justa medida. Aunque este viaje ya estaba previsto antes de su proclamación el pasado día 19, hay que tener en cuenta que el motivo va más allá de lo protocolario, ya que se trata de la entrega de los premios y de la celebración del Foro Impulsa de la Fundación Príncipe de Girona, una institución creada en 2009 y que Felipe VI ha patrocinado personalmente y en la que ha dejado la impronta sobre cuáles son sus objetivos: «El apoyo a los jóvenes como una manera de potenciar la capacidad de las nuevas generaciones en la construcción de una sociedad mejor y más solidaria». Este viaje tiene, por lo tanto, el valor de un toma de contacto desde la Jefatura del Estado con el mundo empresarial y la sociedad civil catalana, a la que conoce muy bien, bajo el principio de trabajar en una misma dirección por un progreso colectivo. En abril de 1990, un joven Don Felipe emprendió un recorrido por las 17 comunidades autónomas y su primera etapa le llevó precisamente a Cataluña. En aquella ocasión, pronunció en el Parlament un discurso en correctísimo catalán del que ha quedado una frase: «Cataluña es la que los catalanes quieren que sea». Con ella expresó reconocimiento y lealtad a las instituciones catalanas, compromiso que la Monarquía ha mantenido desde la restauración de la Generalitat bajo el reinado de Don Juan Carlos. Han pasado 26 años desde aquel primer viaje oficial y la situación es muy diferente. La Generalitat y su presidente, Artur Mas, encabezan un proceso separatista con una agenda muy clara: el próximo 9 de noviembre, un referéndum al margen de la Ley pretende decidir si Cataluña se separa de España. Mas, no satisfecho con un reto con el que está forzando hasta lo indecible a la sociedad catalana y a las instituciones del Estado, ha pedido que el Rey haga de puente y medie en un conflicto de naturaleza política cuya solución está en las propias manos de la Generalitat, como hace unos días recordó Mariano Rajoy. Sobra decir que entre las atribuciones que la Constitución otorga al Rey no están las que Mas quiere conferirle. Incluso se ha utilizado muy alegremente la fórmula de que Felipe VI «legitimará» su reinado en una solución al «problema catalán», cuando su legitimidad reside en la Constitución y en el pueblo español, de los que emanan todos los poderes. Ese camino ya lo hemos andado. El Rey mostró de nuevo su respeto hacia Cataluña y hacia los catalanes con hechos y palabras e hizo un reconocimiento a su lengua («de nuestras dos lenguas oficiales: el castellano y el catalán») y a su contribución «al progreso general de España». Don Felipe conoce bien Cataluña, comprende su realidad, lo que le ha servido, como dijo en Girona, para «querer lo que compartimos todos los españoles», como todo lo que «tiene el sello de esta tierra y de su gente».