Eurocopa, el reto de la libertad y la seguridad

Que Francia extreme las medidas de seguridad ante la Eurocopa de Fútbol entra dentro de la lógica de un país que ha sido golpeado salvajemente en dos ocasiones por el terrorismo islamista. Hay otros motivos, como que el yihadismo intenta atacar en aquellos acontecimientos que tienen una gran repercusión y pueden alterar la vida de las sociedades libres y democráticas. Por lo tanto, que la celebración de este evento deportivo de trascendencia mundial se lleve a cabo, a pesar de los exhaustivos controles a los que serán sometidos los espectadores, es fundamental, porque en ello está en juego el reto de hacer compatible la libertad con la seguridad. París demostró con los atentados a la revista satírica «Charlie Hebdo» y tras la matanza de ciudadanos del pasado 13 de noviembre que no está dispuesta a dejar que sus principios de ciudadanía fueran chantajeados por unos terroristas que quieren imponer un sistema de vida esclavista. El presidente de Francia, François Hollande, ha admitido que la amenaza contra el país es real y que deben tomarse todas las medidas para que la Eurocopa sea un éxito. En su día, el país galo dijo estar en guerra contra el yihadismo y que utilizaría todos los medios necesarios para combatirlo. No fue un arrebato sin meditar: Francia y el conjunto de Europa nos jugamos mucho en esta competición.