La Generalitat mandó ayer un mensaje muy preocupante sobre cuál es su grado de compromiso en mantener las mínimas normas de respeto a la Ley el próximo 1 de octubre, fecha en la que los independentistas insisten en celebrar el prohibido referéndum de autodeterminación. Ayer tuvo lugar la primera reunión convocada por el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, después de que la Fiscalía Superior de Cataluña dispusiese de que fuese el «director técnico» que coordine a los Mossos y al resto de cuerpos policiales en los dispositivos del próximo domingo. Sin embargo, en vez de asistir el responsable máximo de la Policía catalana, el mayor Josep Lluís Trapero, lo hizo el número tres, el comisario Ferran López Navarro, que abandonó la reunión. Los Mossos pueden tener un «plan de actuación» propio, como alegan para no haber participado en esta reunión, pero saben que ante escenarios de la gravedad ante los que nos enfrentamos es necesaria la coordinación de todas fuerzas. ¿Quiere esto decir que los Mossos actuarán, o no, por su cuenta? Es evidente que no será así porque, además de velar por el orden público, deberá cumplir las órdenes de la fiscalía superior de Cataluña. De hecho, ayer ya remitió al jefe de la Policía catalana la primera orden directa: que los agentes acudan los institutos de enseñanza media donde está previsto que se celebren votaciones. No queremos pensar que este requerimiento no se cumpla.