Otro gran éxito de la policía española

La detención en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria de Antoine Denive, el individuo que proporcionó las armas con las que se cometieron los atentados de París en enero de 2015, es un buen ejemplo de la profesionalidad de la Policía española, por supuesto, pero también de la eficacia con que se desarrolla la colaboración antiterrorista entre España y Francia, más estrecha aún si cabe desde que el terrorismo yihadista ha tomado a Europa como objetivo sensible de sus acciones. No se trataba, además, de una investigación fácil, dado que el detenido formaba parte de una red de tráfico de armas vinculada a la mafia de los Balcanes que se había provisto de documentación falsa y ocultado entre la numerosa colonia extranjera que reside en la Costa del Sol. Para las autoridades galas, que han agradecido calurosamente al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, la labor de la Policía, se trata de una captura muy importante, puesto que puede proporcionar pistas fundamentales sobre el mercado negro del que se abastecen los terroristas, que está muy ligado al que utiliza la delincuencia común. La Policía y la Guardia Civil demuestran, una vez más, que en la lucha contra el yihadismo no existen compartimentos estancos, sino que es un todo global.