Acoso a los políticos

Los límites del derecho de manifestación

La Razón
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La vicepresidenta del Gobierno encuadró a la perfección los brotes de inaceptable matonismo que han sufrido dirigentes del PP. Soraya Sáenz de Santamaría avisó a los autores y partícipes en esos actos de acoso, con insultos y amenazas, de que «el derecho de manifestación no es ilimitado» y agregó que perseguir a políticos «no protege ningún derecho». En democracia hay reglas y procedimientos para expresar el descontento e incluso la indignación. Entre ellos no figuran las coacciones ni la intimidación. No está de más que se sepa por boca del Gobierno que esas actitudes no quedarán impunes. Es el imperio de la Ley, no la selva.