
A pesar del...
Espejismo y vivienda en Cataluña
La regulación ha llevado a una caída considerable de los visados de obra nueva residencial en Cataluña, «lo que puede intensificar el crecimiento de los precios hacia delante»
Tituló alborozado El País: «El alquiler se abarata en Cataluña con el precio regulado». El ministro Bustinduy dijo en la SER que Cataluña prueba que el intervencionismo funciona. La ministra Rodríguez aseguró que si el precio de los alquileres sube es por culpa del PP, que no quiere aplicar la Ley de Vivienda allí donde gobierna. Rodríguez prometió premiar a las autonomías que controlen los precios, y anunció que para las obedientes «no faltarán recursos por parte del Gobierno». Antes había apelado a la «solidaridad» de los caseros para no subir los precios, lo que fue carnaza para los ultras. La diputada de Catalunya en Comú, Aina Vidal, sentenció: «No es solidaridad, es regulación lo que hace falta». Por su parte, el diputado populista, ahora aún más de moda, Íñigo Errejón, declaró: «Cuando dijimos que había que subir el salario mínimo no apelamos a la solidaridad de los empresarios, lo subimos por ley».
Todo esto es disparatado, como lo es la demagogia de insistir en los «grandes tenedores» cuando el grueso del mercado corresponde a pequeños propietarios. No desanimó esa realidad a Bustinduy, que se vino arriba: «el problema de la vivienda consiste en que en España tenemos un mercado de la vivienda controlado por fondos especulativos y por lógicas de acumulación que está funcionando como un tremendo aspirador de riqueza».
Dislates aparte, la reducción de los precios en Cataluña ¿es real? Lo es, pero el espejismo consiste en creer que eso prueba la virtud del intervencionismo. Lo que ha sucedido es que se han derrumbado los contratos con el precio regulado, confirmando la teoría liberal de que el control de los precios reduce la oferta.
Mientras que los caseros procuran esquivar el impacto regulatorio recurriendo a opciones no sujetas a restricciones de precios, como los alquileres de temporada, hay otra realidad ignorada por los portavoces de la izquierda, que es la caída de la oferta a largo plazo por la menor inversión en la actualidad. He visto análisis celebrando el control de los precios con datos de solo dos años, que en una actividad como la construcción es muy poco tiempo. En cambio, Miguel Cardoso, de BBVA Research, indicó acertadamente que la regulación ha llevado a una caída considerable de los visados de obra nueva residencial en Cataluña, «lo que puede intensificar el crecimiento de los precios hacia delante».
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