Eleuteria

Gobernar

Pero no sólo se trata de Junts: al final, quien tumbó ayer uno de los decretos de Sánchez fue Podemos. Y en el futuro, si empiezan a participar en ese juego, también podrían hacerlo Bildu, ERC o PNV, porque todos ellos son minorías de bloqueo

Tras el resultado de las últimas elecciones generales celebradas el pasado 23 del mes de julio, se nos dijo que, en una democracia parlamentaria, no gana quien saca más votos en las elecciones, sino quien logra gobernar.

Y es cierto: si ganara el partido que saque más votos (y no el partido que consiga el mayor número de apoyos en el Congreso de los Diputados), simplemente las formaciones políticas se agruparían en «frentes» de cara a cada elección (como tiende a suceder en los sistemas políticos presidencialistas en los que se escoge al presidente por votación directa).

Sucede, eso sí, que no queda muy claro qué significa «lograr gobernar». A la postre, el gobierno de PSOE-Sumar que preside Pedro Sánchez sólo logró salvar ayer in extremis la convalidación de dos de los tres decretos-leyes que pretendía aprobar. Y lo hizo, además, con muy importantes cesiones (algunas de dudosa constitucionalidad) a Junts.

Es decir, que a las pocas semanas de que el gobierno haya tomado posesión del poder, este ejecutivo ya se topa con un muro (casi) infranqueable a la hora de ser capaz de sacar adelante sus primeras iniciativas.

¿Gobernar? De manera muy precaria y poco sostenible. Ninguna sorpresa, por supuesto: Sánchez sólo logró alcanzar el apoyo de 178 diputados de un modo enormemente frágil.

Existió un acuerdo de investidura pero no un acuerdo de gobernabilidad porque no puede haberlo: Junts, y ayer mismo lo recordaron, no se siente interpelado a gobernar España, sino que se limitan a vender (muy caro) su apoyo parlamentario al gabinete.

Su objetivo es completar la secesión de Cataluña del Estado español y van poco a poco avanzando hacia ello.

Pero no sólo se trata de Junts: al final, quien tumbó ayer uno de los decretos de Sánchez fue Podemos. Y en el futuro, si empiezan a participar en ese juego, también podrían hacerlo Bildu, ERC o PNV, porque todos ellos son minorías de bloqueo (si alguno de ellos vota en contra, el gobierno carece de mayoría parlamentaria suficiente).

Es lo que sucede cuando se prioriza el interés personal y partidista (seguir en el poder cueste lo que cueste) frente a ese vaporoso interés general al que los políticos siempre apelan pero que jamás respetan. Al menos será una legislatura entretenida.