Opinión
Iglesias es mal enemigo para Díaz
Iglesias no tiene la cabeza en reeditar acuerdos con el PSOE, sino que diseña estrategias en el escenario de que Feijóo sea presidente.
Las discrepancias entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias le pueden llevar a Pedro Sánchez a perder la presidencia del Gobierno. En la última moción de censura, el líder socialista mostró claramente su connivencia Díaz, prestándole protagonismo en el debate y eco en el periódico próximo a Sánchez.
Pero hay más jugadores en el tablero electoral. Iglesias no tiene la cabeza en reeditar acuerdos con el PSOE, sino que diseña estrategias en el escenario de que Feijóo sea presidente.
Es por ello que está replegando sus fuerzas para, después, reconstruir a los morados en una hipotética derrota de PSOE y Sumar, valorando su propia vuelta a la política activa.
Sánchez, siempre más cortoplacista y con calculadora en mano, contabiliza escaños provincia a provincia, estando dispuesto a que varios miles de votos pasen a la saca de la vicepresidenta a cambio de que el bloque de investidura tenga la mitad más uno del arco parlamentario.
Iglesias juega sus cartas sabiendo que las elecciones legislativas representan la cruz del último proceso electoral. Efectivamente, en 2019, la existencia de tres partidos en la derecha, PP, Vox y Ciudadanos, llevó al desastre a los populares.
Sin embargo, ahora es posible que acudan a las urnas tres opciones de izquierda, constituyendo el peor escenario para el PSOE.
Pero Iglesias no perdona y el intento de Díaz de ningunear su liderazgo incorporando a su coalición a los más odiados, como Errejón, ha sido determinante para que los morados den por amortizados los tiempos de una coalición de gobierno con los socialistas.
Mucho tendrían que cambiar las cosas para que Podemos no presente su propia candidatura. Es posible que sufra una caída en número de escaños muy importante, pero aun es más probable que sea determinante para que la suma del bloque de investidura no sea suficiente para gobernar.
En el peor de los casos, Sánchez podría repetir en la Moncloa pero necesitaría los votos de Sumar, nacionalistas, Bildu e independentistas, y también los de Podemos que, llegado ese momento, le pondría el acuerdo difícil y sobre todo caro.
En otros procesos en los que Iglesias ha negociado con Sánchez ha quedado clara su destreza en el uso del bisturí, extrayendo los órganos que le interesan a la otra parte. Aunque también hemos presenciado como negaba el pan y la sal al PSOE obligando a una repetición electoral.
Iglesias es mal enemigo, siendo muy capaz de cortar la euforia de Yolanda Díaz en seco y amargarle el turrón a Sánchez.
✕
Accede a tu cuenta para comentar