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Tribuna

Las llamadas tierras raras

El problema de estos minerales de nombres poco conocidos es que su extracción y refino es laborioso y muy contaminante. Se podría hacer menos contaminante, pero el coste haría inviable la operación

Las llamadas tierras rarasRaúl

Aunque parezca paradójico, ni son tierras, ni son escasas, ni son raras. Son minerales de importancia geoestratégica por sus usos en múltiples campos de aplicación. El juego con las palabras tiene esos sobresaltos y desatinos que se acaban cuando lees a ingenieros como Rafael Clemente.

Por ejemplo, no son tan escasas, pues hay tanto cerio como cobre, tanto lantano como níquel y hay 200 veces más lutecio y tulio que oro. Tampoco son raras porque hay yacimientos por todo el mundo, incluida España, aunque no todos sean rentables. En España, por ley, no se pueden extraer, lo mismo que el litio y el uranio, lo que, caso contrario, convertiría a España en nación autónoma en energía nuclear, verde y no contaminante según la Unión Europea.

El mix energético español podría ser autónomo en renovables. Tenemos mucho sol y viento, y en cuanto a energía nuclear, tenemos mucho uranio; sería un mix perfecto, que aseguraría el suministro energético, sin sobresaltos, pero mucho tiene que cambiar la normativa española, o la política, o mejor ambas.

Sin ser raras ni escasas, como decimos, son imprescindibles para la revolución tecnológica; por ello, China, que la lidera, genera anualmente el 60% de la producción mundial de estos minerales y tiene además los derechos de las minas en Afganistán. Resulta curioso que Estados Unidos saliera de Afganistán sin acuerdos con el gobierno talibán y con demasiadas prisas, mientras China entraba, sin ellos, por la pequeña puerta que tiene en su extremo occidental con aquel país para quedarse con la explotación minera. No se puede hacer peor.

El problema de estos minerales de nombres poco conocidos es que su extracción y refino es laborioso y muy contaminante. Se podría hacer menos contaminante, pero el coste haría inviable la operación.

Por ello, la Europa ecoverde ni va a extraer ni refinar estos minerales en territorio europeo por su efecto contaminante y por ello prefiere que se haga en otro lejano país, para que contamine otro, luego comprar el mineral procesado y depender estratégicamente de terceros, dando como resultado una pobre autonomía estratégica en minerales esenciales.

Sin embargo, a efectos climáticos, es indiferente para la atmósfera terrestre el lugar donde se origina la contaminación. Las masas de aire circulan como corrientes marinas por toda la superficie.

Es como si cerráramos la cabaña ganadera en la España verde por el metano que emite a la atmósfera, y esa cabaña se incrementase en Nueva Zelanda para así vendernos la misma carne, pero siguiendo contaminando la atmósfera de igual modo, eso sí, lejos de aquí. Además, nos venderían la carne más cara después de arruinar a nuestros ganaderos. Tampoco se podría hacer peor en caso de producirse.

Pero, ¿qué tienen de especial estos minerales? Pues, por poner algún ejemplo:

Un automóvil eléctrico tiene un kilo de neodimio y un aerogenerador casi 1000 kilos, y sirve para construir imanes de gran potencia. España construye casi el 100 % de las piezas de los aerogeneradores, eso es estupendo, pero no tiene neodimio.

Los imanes de holmio son fundamentales en los escáneres de resonancia magnética de los hospitales. También se usa para láseres de estado sólido.

El lutecio con cerio se usa en las tomografías, en los conocidos TACs, y en las luces LED. El erbio en amplificadores de señal para redes de fibra óptica, esto es de gran importancia estratégica, y en láseres médicos.

Finalmente, además de China, países como Brasil, Rusia, India, es decir, los BRICS, y Australia poseen grandes reservas. Sin embargo, Estados Unidos tiene escasas reservas. Por su parte, Ucrania, a pesar de todo lo que se comenta, no llega a la mitad de las citadas y la mayor parte en la zona de conflicto, pero todo ello según datos de la época soviética, por lo que podría ser incluso menor. Lo que tiene Ucrania, igual que España, es litio, pero allí sí se extrae.

En definitiva, son minerales esenciales para la revolución tecnológica, que países como España tienen, pero prefiere que extraigan, depuren y contaminen otros, como si eso nos fuera a librar de su efecto contaminante, pero perdiendo, eso sí, toda autonomía estratégica en este campo. Más que de tierras raras, habría que hablar de políticas raras.».

Luis Feliu Bernárdezes analista geopolítico. General de brigada (r). De la Academia de las Ciencias y las Artes Militares.