Sin Perdón

Los nocivos socios de Sánchez

«Ha optado por una agenda radical y frentista alejada de la centralidad»

Uno de los aspectos que define las anomalías que sufre nuestra democracia son los estrafalarios socios de Sánchez. Me quedo corto calificándolos de nocivos. Estamos ante fuerzas disgregadoras que se mueven únicamente por intereses partidistas que están alejados del bien común. Hay un bloque formado por los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA controlados por Otegi, Josu Ternera y Txapote que no acuden a la ronda de consultas. El otro parece formado, porque hacen ver que están todavía negociando su apoyo, por el PNV y Sumar, que tiene una representación condicionada de los quince partidos que se han unido en esta plataforma comunista y antisistema. El papel del jefe del Estado es ciertamente complicado, a pesar de las interpretaciones de los leguleyos y columnistas al servicio del sanchismo, porque Yolanda Díaz y Aitor Esteban no han aclarado si apoyan al líder socialista en la investidura. No sabemos qué le dirá Sánchez, pero todo indica que saldrá de la Zarzuela con el encargo de emprender las negociaciones para conseguir una mayoría parlamentaria.

Es curioso que coincida con el sexto aniversario del famoso discurso de Felipe VI tras la rebelión política de Puigdemont y Junqueras, que fue el atentado más grave contra el ordenamiento constitucional desde el golpe de Estado del 23-F. Sánchez lo tiene fácil, porque ha cambiado de opinión sobre la amnistía y supongo que hará lo mismo sobre el referéndum independentista. Cuenta con una sólida y ciega mayoría en el Constitucional encabezada por Conde-Pumpido que ha decidido culminar su carrera profesional como jurista de cabecera del sanchismo. Espero que su recompensa esté a la altura de los servicios que está prestando. Sánchez ha optado por una agenda radical y frentista alejada de la centralidad como sucede con los populismos en Chile, Argentina, Brasil, Cuba, Nicaragua, Venezuela y México. Es un inquietante precedente en el marco de la UE. Los poderes del Estado quedan sometidos a la voluntad de los independentistas que imponen su agenda a Sánchez, que ya la ha aceptado, a cambio de seguir en La Moncloa. Es lógico que el PP no quiera pactar nada con el sanchismo.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)