
El trípode
Pascua de Resurrección, muerte de Francisco
Pedimos por su alma y por la Iglesia de Jesucristo desde la convicción de que «las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» como Él mismo aseguró. DEP Francisco
Desde el pasado 14 de febrero el Papa Francisco luchaba intensamente contra la muerte. Ese día ingresó en el Policlínico Gemelli para permanecer allí durante 38 días hasta el 23 de marzo, cuando regresaría al Vaticano, a la residencia Santa Marta. Será en ella donde el pasado sábado 1 de abril fue dado de alta para finalmente ayer 21 de abril, lunes de la Pascua de Resurrección, entregar su alma a Dios. A los 88 años de edad, y con una delicada salud, Francisco, el 267 sucesor en la Cátedra de Pedro como Vicario de Cristo en la Tierra, ha culminado un pontificado de 12 años, que comenzó en marzo de 2013 tras la inesperada renuncia de Benedicto XVI. Ha sido el suyo un pontificado un tanto controvertido por las diferencias con algunos sectores de la Iglesia críticos con algunas de sus decisiones, llegando incluso a considerarle como un falso Papa, lo que obviamente no es cierto. En términos de análisis más propios de la política que eclesiásticos y doctrinales, se le ha encuadrado como un papa «progresista» frente a sus opositores, calificados como conservadores o tradicionales. Ahora, se abre una nueva etapa en la bimilenaria historia de la Iglesia con el cónclave que procederá a la elección de un nuevo sucesor de Pedro al frente de la barca del Señor que navega en aguas un tanto agitadas sometidas a vientos y olas que evocan un conocido pasaje del Evangelio. En círculos presuntamente bien informados se comenta la posibilidad de un cónclave incierto en cuanto a la elección del nuevo Papa, debido a la creación por parte de Francisco de numerosos cardenales procedentes de lugares geográficos muy distintos y distantes entre sí, lo que dificultaría las necesarias condiciones para llegar a rápidos acuerdos en el seno del colegio cardenalicio. Previsiblemente la elección se producirá -tras las exequias fúnebres- en el mes de mayo, tiempo dedicado en especial a la devoción a la Virgen María, Madre de la Iglesia, que sin duda velará con particular atención por su Hija predilecta en estos momentos de incertidumbre pero con firme esperanza. En especial ya que estamos viviendo el año 2025, que es año Jubilar siguiendo la tradición de la Iglesia cada 25 años, y dedicado a la virtud cristiana de la esperanza como el mismo Francisco estableció, por lo que con especial motivo nos acogemos a ella pidiendo por su alma y por la Iglesia de Jesucristo desde la convicción de que «las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» como Él mismo aseguró. DEP Francisco.
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