El trípode

«Plan antibulos», como Maduro

Su voluntad de seguir en el gobierno –«con o sin» presupuestos y capacidad legislativa– es la misma, aunque para acallar las críticas recibidas haya querido pronunciarlas ante sus diputados y senadores

Ya reincorporado de sus vacaciones estivales, Sánchez reunió a sus grupos parlamentarios del Congreso y el Senado para exponerles la inmediata hoja de ruta gubernamental, y de paso, para implícitamente rectificar sus palabras acerca de gobernar «con o sin» el apoyo del poder legislativo, lo que es incompatible con una democracia parlamentaria como la española definida en la Constitución. En cualquier caso, su voluntad de seguir en el gobierno –«con o sin» presupuestos y capacidad legislativa– es la misma, aunque para acallar las críticas recibidas haya querido pronunciarlas ante sus diputados y senadores y en la sede de la soberanía nacional, en el Palacio del Congreso de la Carrera de san Jerónimo de Madrid. Ante ellos dijo que hoy el Consejo de Ministros aprobará un plan contra «la máquina del fango» anunciado tras su retiro de cinco días el pasado mes de abril al enterarse de la investigación judicial por presunta corrupción de su esposa Begoña Gómez. Desde entonces, ni su mujer (ni su hermano) han aclarado nada respecto a sus respectivas investigaciones a las que se ha unido él, negándose a declarar como testigo en la causa de su mujer. Y su única declaración es remitirse reiteradamente al lodazal y los bulos y acusar al juez instructor de «prevaricación» por atreverse a citarle a declarar como testigo en la causa de su mujer.

Todo un ejemplo para un régimen político como el de Maduro. Y por cierto, al «ultraderechista» Donald Trump, expresidente de los EEUU y como sabemos en plena campaña electoral para ser reelegido, le hemos visto comparecer con toda normalidad a declarar ante numerosas instancias judiciales estadounidenses. Sin duda debe ser por considerar que «su persona presidente» –Carmen Calvo dixit– es un personaje intocable y lanza un «aviso a navegantes», representados en los «pseudomedios» y los jueces de lo que ese instructor ya ha tenido una prueba. Para muestra del concepto que tiene Sánchez de la libertad de prensa, basta el sencillo ejemplo dado por un periodista que fue articulista de El País y que ha colgado en la red X, explicando cómo le llamaba Sánchez a gritos, exigiéndole que cambiara el titular de una noticia. De todas formas, saber quiénes son los accionistas y los que mandan en los diferentes medios, es algo que no es difícil saberlo ya sin necesidad de su «Plan antibulos». Y comenzando por algunos como RNE, TVE, Agencia EFE, El País, la SER, etc., donde no parece tener ningún problema con las críticas, la delicada piel de la presidencial persona de Pedro Sánchez. En camino de un régimen como el chavista de Maduro.