Sin Perdón

¿Qué Justicia quiere el sanchismo?

«Al sanchismo no le gusta ni el mérito ni la capacidad, porque no son capaces de superar una oposición»

La ofensiva del sanchismo para impedir que la Justicia esté sometida al imperio de la ley y al servicio del Estado de Derecho es muy inquietante. Es una pata más de la estrategia para dinamitar la separación de poderes y conseguir que esté bajo el control del Gobierno. Es una realidad tan triste como desoladora, porque se busca que los jueces tengan un sesgo de izquierda radical. Es decir, que estén comprometidos con el uso alternativo del Derecho y el sanchismo. Es bueno recordar que Conde-Pumpido, Montalbán, Segoviano, Ferrer o Teso, por citar algunos ejemplos, son el modelo de magistrados que quiere Sánchez. Con unos controla el Constitucional y con otros quiere lograr lo mismo en el Supremo. El plan para cambiar la Justicia y acabar con su independencia tiene varias partes. El fin inmediato que se persigue es que no se pueda investigar a la familia presidencial y, por tanto, archivar las causas que le afectan, pero lo preocupante es el futuro. Esto se consigue dejando que la acción popular sea una institución jurídica residual.

Con la vista puesta a un plazo más largo, se trata de contar con una Justicia popular y de izquierdas. Por ello, el Gobierno ha elaborado un anteproyecto de ley que no busca fortalecer las carreras judicial y fiscal, sino establecer mecanismos que permitan incorporar a leguleyos de izquierdas que no son capaces de aprobar una oposición. La siguiente etapa será que el Ministerio Fiscal asuma la instrucción. Lo sucedido hasta ahora confirma que no se puede confiar en su independencia. No importa atropellar la Constitución y acabar con la separación de poderes, porque consideran que la Justicia no es un servicio público sino partidista y dispuesto a complacer las demandas sanchistas. Nuestro sistema es muy garantista y aunque se pueda producir algún error, algo excepcional, hay diversas instancias que permiten corregirlo. Nunca me ha gustado el cuarto turno, porque ha sido un coladero, con algunas excepciones, de amigos de la izquierda. Ahora quieren extenderlo a la fiscalía. Por supuesto, utilizarán los interinos como un coladero para cambiar una independencia que no les gusta. No conozco jueces o fiscales de familias ricas o acomodadas, sino personas que trabajaron muy duro. Al sanchismo no le gusta ni el mérito ni la capacidad, porque no son capaces de superar una oposición.