La situación

¿Será la economía, estúpido?

«Qué cotizaría más si las elecciones fuesen ahora: ¿la macroeconomía o los detalles microeconómicos que afectan negativamente a las clases medias y bajas, y a los jóvenes?»

Ahora que se cumplen dos meses de la inapelable victoria de Donald Trump y a dos semanas de su toma de posesión como presidente por segunda vez, James Carville, antiguo gurú electoral de Bill Clinton, ha entonado el mea culpa en el diario The New York Times. A sus ochenta años, Carville sigue siendo un oráculo de los demócratas cuando se aproxima una cita con las urnas, pero esta vez se equivocó: apostó por una clara victoria de Kamala Harris. Después de semanas de reflexión, Carville considera que su error fue no volver a lo básico, olvidando el dogma que él mismo estableció en los 90: ¡es la economía, estúpido! Trump ganó, según su opinión, por la mala percepción que los americanos tienen de la situación económica.

En España, salvo mejor decisión del presidente del Gobierno, las elecciones serán dentro de dos años y medio. Por tanto, el camino de Pedro Sánchez en el poder y el de Feijóo en la oposición todavía tiene recorrido. Moncloa se enseñorea de los buenos datos que ofrecen los indicadores macroeconómicos. No así aquellos que nos señalan como el país con más paro y peores cifras de riesgo de pobreza de la OCDE, con salarios bajos y el precio de la vivienda exageradamente alto. La duda es qué cotizaría más si las elecciones fuesen ahora: ¿la macroeconomía o los detalles microeconómicos que afectan negativamente a las clases medias y bajas, y a los jóvenes?

Es incuestionable que la economía tiene un efecto electoral. Sin embargo, la victoria de Felipe González en 1982 se debió más al proceso histórico de la Transición que a la situación económica. La victoria de Aznar en 1996 se produjo después de años de escándalos del PSOE. El éxito de Zapatero en 2004 llegó tras la Guerra de Irak y el 11M (Aznar dejó Moncloa con buenos datos económicos). Es cierto que Rajoy desbancó al PSOE en 2011 en medio de la crisis financiera. Pero Sánchez desbancó a Rajoy en 2018 por los casos de corrupción, y el propio Sánchez trata ahora de escapar de los propios. ¿Será solo la economía?