El puntazo
Tocomocho universitario
La infrafinanciación sanchista ha sido y es un lastre lacerante para la Universidad. No quiere el talento, prefiere la mediocridad
El Gobierno no deja charco sin pisar. Hay mucho que ocultar y las maniobras de distracción abundan. Ha sido el caso de su campaña difamatoria contra la universidad privada a la que acusa de las dificultades de la pública con una retórica tabernaria, al tiempo que se ha sacado de la manga un decreto para torpedear la creación de nuevos centros especialmente dirigido contra las comunidades populares de Madrid y Andalucía que son las pujantes. El ruido oculta lo mollar, que el sanchismo es la mano negra de esa condena perpetua a la precariedad de la enseñanza pública desde que aprobó la Ley de Universidades (LOSU) sin fondos e inaplicable por cuanto establecía hitos financieros imposibles como avisaron los rectores. Le endoso a las regiones a sabiendas un escenario de desgaste continuado. La infrafinanciación sanchista ha sido y es un lastre lacerante para la Universidad. No quiere el talento, prefiere la mediocridad.