Juicio del "procés"

Romeva: "Se castiga una ideología"

El ex consejero apunta en su último turno de palabra que la solución al conflicto catalán "se llama política"

El exconseller de Exteriores, Raül Romeva, en el juicio del "procés". EFE/Tribunal Supremo
El exconseller de Exteriores, Raül Romeva, en el juicio del "procés". EFE/Tribunal Supremolarazon

El ex consejero apunta en su último turno de palabra que la solución al conflicto catalán "se llama política".

El ex consejero Raül Romeva ha aprovechado su último turno de palabra para criticar a las acusaciones y los motivos por los que, en su opinión, se sientan en el banquillo. Según ha explicado al tribunal, los hechos se han "exagerado y tergiversado", al tiempo que afirmaba que "lo que se ha buscado es escarmentar y castigar una ideología".

Romeva ha defendido en su alegato final que las acusaciones han querido construir un marco de actuación "basado en el odio a España y a todo lo español", algo que ha dicho, "es falaz e irresponsable". Para el ex consejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat, "no aportan ni una prueba que demuestren tal odio por nuestra parte". Un odio, añadió, que "no es lo que mueve"a los "2 millones de ciudadanos que llevan años mostrando su deseo de construir una república".

Es por ello que ha aprovechado para instar "a los demócratas a construir una realidad en la que no haya juicios ni presos políticos. Hoy somos nosotros. Mañana puede ser cualquiera".

En lo que se refiere a la convocatoria del referéndum ilegal del 1-O, ha asegurado que "lo hicimos así porque no pudimos hacerlo de otra forma", añadiendo que "un referéndum, con el Código Penal en la mano, no es ilegal".

Por ello, ha avisado de que "con la fuerza y la represión no van a convencer a los que se sienten expulsados o los que apuestan por vías cívicas en favor de una República. La fuerza no les hará cambiar de idea". Para Romeva, "la solución se llama política. Somos políticos y políticas haciendo política. Nada más".

Y ha terminado afirmando que "aquí -en el Tribunal Supremo- hay sentadas más de dos millones de personas".